El
omega-3
puede
tener
más
relación
con
la
agresividad
de
lo
que
creías.
El
cuerpo
humano
es
tremendamente
complejo
por
lo
que
cualquier
déficit
de
los
nutrientes
que
necesita
puede
desembocar
efectos
inesperados.
Los
ácidos
grasos
omega-3
son
un
ejemplo
de
ello
ya
que
la
evidencia
científica
ha
estudiado
su
papel
para
reducir
la
agresividad
de
las
personas,
lo
que
sería
de
gran
ayuda
para
tratar
este
tipo
de
comportamiento
en
diferentes
entornos.
¿Tienen
algo
en
común
el
omega-3
y
la
agresividad?

La
nutrición
va
mucho
más
allá
de
los
alimentos
y
las
calorías
que
comer
para
verme
bien
en
el
espejo.
Los
alimentos
son
una
medicina
porque
sus
nutrientes
hacen
que
nuestro
cuerpo
funcione
a
la
perfección.
Una
dieta
deficiente
en
algún
nutriente
puede
afectarnos
a
nivel
físico
(enfermedades
cardiovasculares,
por
ejemplo),
a
nivel
social
(bajo
energía
para
salir
con
amigos,
por
ejemplo)
y
a
nivel
mental
(ansiedad,
por
ejemplo).
Existe
un
interés
creciente
en
el
uso
de
suplementos
nutricionales
para
mejorar
el
comportamiento
agresivo
y
antisocial.
Este
interés
está
estimulado
en
parte
por
investigaciones
de
larga
data
que
muestran
que
el
mal
estado
nutricional
es
un
factor
de
riesgo
para
la
externalización
de
problemas
de
conducta.
Una
de
las
hipótesis
que
la
ciencia
ha
planteado
es
que
el
omega-3
podría
estar
asociado
al
comportamiento
agresivo
o
violento.
Para
esclarecer
esta
asociación,
Adrián
Raine
y
Lia
Brodrick
publicaron
una
revisión
con
metanálisis
en
la
revista
Agression
and
Violent
Behavior.
Su
objetivo
era
revisar
la
literatura
científica
de
calidad
para
comprobar
si
la
suplementación
con
omega-3
puede
disminuir
el
comportamiento
agresivo.
Recogieron
los
análisis
de
29
ECA
(ensayos
controlados
aleatorios)
en
los
que
habían
participado
3918
personas.
Su
conclusión
después
de
analizar
todos
esos
datos
fue
la
siguiente:
La
suplementación
con
omega-3
reduce
significativamente
el
comportamiento
agresivo
a
corto
plazo,
aunque
a
un
nivel
modesto.
Dado
el
enorme
costo
económico
y
psicológico
de
la
agresión
y
la
violencia
en
la
sociedad,
incluso
los
efectos
pequeños
deben
tomarse
en
serio
Mensaje
para
llevar
a
casa
El
omega-3
es
una
intervención
segura,
barata
y
saludable
que
podría
reducir
la
agresividad
tanto
en
niños
como
en
adultos.
Aunque
los
resultados
han
mostrado
una
mejora
modesta,
utilizar
este
componente
para
controlar
los
síntomas
violentos
y
agresivos
podría
ser
una
estrategia
en
conjunto
con
intervenciones
específicas
de
ayuda
psicológica.
Los
estudios
se
realizan
con
suplementos
de
omega-3
porque
así
se
controlan
mejor
las
dosis,
pero
podemos
aumentar
estos
ácidos
grasos
con
la
dieta
al
introducir
pescados
azules,
frutos
secos
y
semillas,
muy
ricos
en
omega-3.
Este
ejemplo
es
uno
más
que
indica
que
una
dieta
saludable
afecta
a
todo
el
comportamiento
humano.
Referencias
Adrian
Raine,
Lia
Brodrick,
Omega-3
supplementation
reduces
aggressive
behavior:
A
meta-analytic
review
of
randomized
controlled
trials,
Aggression
and
Violent
Behavior,
Volume
78,
2024,
101956,
ISSN
1359-1789,
https://doi.org/10.1016/j.avb.2024.101956.
En
Vitónica
|
Cuánto
omega
3
incluir
en
la
dieta
habitual,
para
obtener
beneficios
Imágenes
|
Liza
Summer
(Pexels),
Andrea
Piacquadio
(Pexels)