Llega la hora del cuento por las noches y tu hijo te pide que le leas el mismo libro una y otra vez. Y tú piensas «¿de verdad, otra vez el mismo cuento?» Tal vez creas que es mejor variar, para que conozca nuevas historias y enriquecer así la experiencia de lectura, pero está comprobado que la insistencia de los niños al pedirte que le leas el mismo cuento una y otra vez es mucho más beneficioso para ellos de lo que crees. Te contamos lo que significa para ellos que les cuentes o les leas 300 veces la misma historia.
La seguridad de la rutina
Al igual que sucede con las rutinas de sueño cuando son pequeños, las rutinas diarias aportan seguridad a los niños. Al ser previsibles, y repetir todos los días las rutinas se convierten en hábitos, y el hábito de la lectura es uno de los mejores regalos que le puedes hacer a tus hijos.
El niño sabe que cada noche el ritual será el mismo, y si además se repite la misma historia, esto le da una sensación de control y seguridad con la que se siente a gusto.
No hay sobresaltos ni sorpresas. Conocer la historia, y saber lo que va a pasar a continuación, les aporta tranquilidad. Por supuesto, tú eres una pieza clave dentro de la rutina del cuento de cada noche (o el momento del día en que leáis).
Además de todo lo que aprenden, la rutina de leer un cuento contribuye a establecer una conexión afectiva con los hijos, una experiencia que nutre afectivamente al niño.
Diferentes niveles de comprensión
Otra de las ventajas de repetir una y otra vez la misma historia está en que lejos de ser aburrido para ellos, los niños necesitan de esa repetición para enriquecer la experiencia.
Según un estudio realizado en los años noventa sobre la práctica de la narración en niños de edad infantil, los investigadores Phillips y Naughton descubrieron que existen diferentes fases de la asimilación de la historia.
En una primera fase, los niños se centran en comprender la historia, siguiendo el hilo narrativo; en una segunda fase, se enfocan en los matices llevando la atención a los detalles en los que no repararon antes; y una tercera fase es la que motiva la comunicación, comentar la historia, aportar su opinión, predecir, y muy importante, afianzar la adquisición de nuevo vocabulario.
Acelera la adquisición de vocabulario
Y uno de los beneficios más significativos de leer los mismos cuentos decenas de veces es que la repetición de los cuentos ayuda a que los niños aceleren la adquisición de vocabulario. Así lo han comprobado científicos de la Universidad británica de Sussex, quienes separaron a niños de tres años en dos grupos, a los que les leyeron historias que introducían dos palabras desconocidas para ellos.
A uno de los grupos les contaron tres cuentos diferentes, mientras que al otro les contaron siempre el mismo. A los niños a los se había contado sólo un cuento recordaban mejor las nuevas palabras que los niños a los que se había contado tres historias diferentes
«Lo que esta investigación sugiere es que lo importante no es el número de libros sino la repetición de cada uno de ellos, porque es lo que propicia un mayor aprendizaje», señalan los autores en las conclusiones del trabajo.
«La primera vez puede ser solo la comprensión de la historia, la segunda la percepción de los detalles y la descripción, y así de forma progresiva», añade el texto, mientras que «si la nueva palabra se introduce en una variedad de contextos, lo más probable es que los niños no logren concentrarse tanto en la palabra nueva».
Así que, ya sabes. Si esta noche tu hijo te pide que le leas el mismo cuento una y otra vez, además ser una experiencia con la que todos disfrutaréis, es lo mejor que puedes hacer para propiciar un mayor aprendizaje.
En Bebés y más | Seis cosas que deberías hacer cuando les lees a tus hijos, Por qué no debemos obligar a leer a los niños antes de los seis años: su cerebro no está preparado