‘Sombra y hueso’ es probablemente el estreno más ambicioso de Netflix de este mes de abril. Adaptación de la popular franquicia literaria de Leigh Bardugo, estamos ante una serie en la que se nota que se ha invertido un presupuesto de lo más generoso intentando conseguir otro gran éxito para la plataforma. Ahora está por ver cómo reacciona el público a este primera entrega del Grishaverso cuando se estrene este próximo viernes 23 de abril.
Por mi parte, ya he podido ver los cuatro primeros episodios de los ocho que dan forma al debut de ‘Sombra y hueso’ y he de confesar que no me ha vuelto precisamente loco de entrada, aunque es cierto que va de menos a más. Se notan los esfuerzos en crear un universo propio amplío con una mitología que sirve para despertar la curiosidad del espectador y por ir ampliando este universo de tal forma que haya suficientes reclamos como para no tirar la toalla pese a sus limitaciones.
Luces y sombras
La gran protagonista de Alina Starkov -el apellido no creo que sea casualidad, pues en aspectos como el vestuario la serie te remite a ciertos elementos soviéticos, en especial a la Rusia imperial-, una joven cuya vida cambia cuando se descubre que tiene poderes. El primer capítulo gira en exclusiva alrededor de esa idea, planteando cómo son sus relaciones previas para que todo cambie para salvar a la persona más cercana a ella de una muerte segura.
Sobre el papel no es un mal arranque, pero a la hora de la verdad empieza a mostrar algunos elementos propios de ficciones de Netflix un poco molestos. El principal que se olvidan de que el primer episodio ha de servir para enganchar al espectador y que sienta la necesidad de seguir el viaje, tanto físico como emocional, que emprendan sus protagonistas. En cambio, aquí se siente un poco a medio gas, a ir con el pie sobre el freno para que todo pueda dar más de sí.
Es cierto que eso permite a Eric Heisserer, creador de la serie y guionista de los dos primeros episodios, ir incidiendo más en las particularidades de este universo, introduciendo diferentes conceptos y frentes. Ahí se revela como un acierto el hecho de que ‘Sombra y hueso’ adapte al mismo tiempo dos sagas diferentes pero conectadas entre sí, ya que aporta un mayor dinamismo a la serie, por no decir que la trama secundaria proveniente de la bilogía ‘Seis de Cuervos’ que Heisserer vendió como una mezcla entre ‘Juego de Tronos’ y ‘Ocean’s 11’ es bastante más estimulante que la principal.
No es que haya nada especialmente apasionante en ella, pero ahí ‘Sombra y hueso’ sabe jugar mejor con las expectativas del público, primero por saber qué es exactamente lo que pretenden y luego por todas las dificultades añadidas que van surgiendo por el camino, sin olvidar de la necesidad de conectarlo de alguna forma con la trama central. El reto era muy grande y puede que no me haya enamorado, pero sí que Heisserer va haciendo crecer poco a poco a los personajes, funcionando mucho mejor aquí que en lo referente a Alina.
A medio gas
Allí da la sensación de que ‘Sombra y hueso’ quiere ser especial pero sin dar argumentos convincentes para transmitir esa idea al espectador. Puede que eso sea diferente con aquellos que ya amen el material original de antemano, pero aquí hay que saber tanto reconquistar a los que ya conocen este mundo como ofrecer una puerta de entrada seductora al resto del público. En lo primero me temo que no puedo ayudaros, pero en lo segundo triunfa en lo visual, quedándose un poco de tierra de nadie en lo narrativo.
Está claro que va a haber muchos que quieran comparar a ‘Sombra y hueso’ con ‘Juego de Tronos’ por el enorme gancho que sigue teniendo la serie de HBO o con ‘The Witcher’ por ser la gran serie de fantasía de Netflix, pero a la hora de la verdad se siente todo más pequeño dentro de los ideas y temas que maneja, más en la línea de propuestas como ‘Maldita’ pero con un presupuesto o al menos una ambición algo más elevada.
Ahí es donde surgen las fricciones entre un acabado visual y técnico irreprochable, aunque sea justo decir que le vendría bien desatarse más a menudo ya que es solamente entonces cuando consigue alcanzar un nivel de intensidad realmente satisfactorio, y una progresión de la historia algo morosa, y en la que además se huele demasiado lo que está por venir en lo referente a la protagonista. Una cosa es una progresión lógica y otra que se siente algo previsible y te desmotive a la hora de seguir viendo la serie.
Sombra y hueso: Grishaverse, trilogía Sobra y hueso, 1
No es que en el caso de ‘Sombra y hueso’ sea especialmente molesto, pero sí que limita la serie hasta el punto de que resulta más difícil dejarse llevar y quedarse con ganas de explorar este mundo. Es una sensación agridulce que al menos no resulta tan acentuada a medida que van avanzando los episodios, pero en ningún caso llega a desaparecer, restándole empaque dramático a todo lo que sucede a su protagonista. El reparto hace lo que puede para que nos impliquemos con sus personajes, pero justo es señalar que ninguno de ellos llega a brillar.
En resumidas cuentas
‘Sombra y hueso’ es una serie con ideas estimulantes y bastante atractiva en lo puramente visual, pero en lo referente a la historia que cuenta no termina de dar con las teclas necesarias para que se sienta todo lo importante que parece ser. Pese a ello, se ve con cierto agrado y sabe cómo dar una necesaria sensación de unidad pese a tener varios frentes abiertos.