Algo
tan
cotidiano
y
mundano
como
cargar
el
teléfono
móvil,
debería
ser
la
tarea
más
sencilla
del
día.
Y
sí,
pero
hay
detalles
importantes
que
debemos
tener
en
cuenta
para
maximizar
la
salud
tanto
de
la
batería
como
de
los
cables
y
el
propio
puerto
de
carga.
Y
no,
no
me
refiero
a
la
polémica
sobre
la
salud
de
la
batería
si
usamos
la
carga
rápida
más
o
menos,
sino
a
la
salud
física
de
los
elementos
que
permiten,
directamente,
la
carga:
los
pines
del
cable
y
del
puerto
de
nuestro
teléfono.
Y
es
que,
es
probable
que
muchos
carguemos
mal
el
teléfono
porque
no
tenemos
en
cuenta
el
orden «correcto»
para
conectar
los
elementos.
La
forma
correcta
de
cargar
el
móvil
Actualmente,
los
móviles
tienen
varios
sistemas
de
seguridad
para
proteger
tanto
su
integridad
como
la
vida
máxima
de
la
batería.
Aún
se
están
explorando
los
efectos
de
las
cargas
rápidas
(aunque
haya
compañías
que
aseguran
que
tras
1.600
ciclos
a
150
W
se
mantiene
el
80%
de
la
vida
de
la
batería),
pero
en
nuestros
móviles
solemos
tener
opciones
para
asegurar
una
carga
eficiente.
En
algunos
modelos,
como
los
Samsung,
por
ejemplo,
se
puede
seleccionar
si
queremos
activar
o
no
la
carga
rápida,
pero
además
también
hay
opciones
como
la
posibilidad
de
marcar
un
tope
de
carga
para
que
no
llegue
al
100%
o
si
queremos
que,
con
el
cable
enchufado,
no
se
produzcan
ciclos
de
carga
y
descarga.
Otros
móviles,
por
el
contrario,
hacen
esto
automáticamente.
Pero
bueno,
aquí
no
vamos
a
hablar
de
software,
sino
del
hardware
y
nuestras
acciones.
Hace
unos
meses,
mi
compañera
Eva
contó
su
experiencia
con
un
cable
Lightning
de
iPhone
que
se
estaba
comportando
de
manera
extraña.
Si
lo
colocaba
con
una
orientación,
no
cargaba,
pero
sí
realizaba
la
carga
si
lo
giraba.
Al
final,
descubrió
que
uno
de
los
pines
del
cable
de
carga
presentaba
corrosión,
y
es
algo
que
también
me
ha
pasado
a
mí,
aunque
de
manera
más
severa:
las
dos
caras
de
mi
cable
Lightning
tienen
pines
con
corrosión.
¿Por
qué
pasa
esto?
Lo
primero
que
puedo
decirte
es
que,
en
mi
mesita
de
noche
tengo
varios
puertos
USB,
pero
como
no
me
gusta
que
haya
cables
por
casa,
siempre
tengo
el
cable
en
el
cajón.
Cuando
lo
saco
para
cargar
el
teléfono,
primero
lo
conecto
al
móvil
y,
después,
conecto
el
cable
al
puerto
USB.
Y
eso
es
lo
correcto.
Lo
que
ocurre
es
que,
debido
a
los
pines
con
voltajes
positivos
y
negativos,
cuando
insertamos
el
cable
en
el
teléfono,
puede
surgir
una
chispa.
Esto
se
debe
a
que
el
aire
conduce
la
corriente
eléctrica
y
puede
provocar
que
los
conductores
próximos
generen
esa
chispa.
Por
la
acción
del
oxígeno,
se
puede
provocar
oxidación
y
la
corrosión
que
se
aprecia
en
los
cables.
Por
tanto,
el
orden
correcto
para
que
no
se
produzca
esa
chispa
sería:
-
Enchufar
el
cargador
a
la
corriente. -
Conectar
el
cable
al
móvil. -
Conectar
el
cable
al
cargador.
Si
el
cable
se
rompe,
puedes
sustituirlo
por
otro,
pero
si
ocurre
en
el
puerto
de
carga,
es
otra
historia.
Así
que,
sabiendo
que
un
modo
de
minimizar
este
salto
de
la
corriente
entre
los
pines
del
cable
de
carga
es
conectando
primero
el
cable
al
teléfono
y,
posteriormente,
al
cargador,
es
algo
que
hay
que
tener
en
cuenta.
Foto
de
portada
|
Alejandro
Alcolea
para
Xataka
Android
Vía
|
SETN
En
Xataka
Android
|
El
truco
definitivo
para
que
la
batería
se
degrade
menos:
así
puedes
activarlo
en
tu
móvil
Android
En
Xataka
Android
|
La
batería
de
mi
móvil
dura
muy
poco:
17
consejos
y
trucos
para
ahorrar
energía
en
Android