Seis historias del Aldosivi campeón

Histórico por donde se lo mire. El viernes 4 de mayo de 2018 quedará marcado a fuego en la historia del fútbol marplatense, ya que en esa jornada, Aldosivi le ganó 3-1 a Almagro en la cancha de Arsenal y ascendió por segunda vez en su vida a la Primera División del fútbol argentino. Si bien el Tiburón ya había subido a la máxima en el torneo de los 10 ascensos en 2014, e incluso había participado de los viejos Torneos Nacionales, este logro tiene un agregado ya que lo hizo siendo campeón. Nunca un equipo marplatense se había consagrado a nivel nacional en un torneo de todos contra todos. Y detrás del plantel que protagonizó esta gesta, hay varias historias que merecen ser contadas.

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Chávez festejando su gol a Almagro, el 3-1, el que definió todo.

Cristian Chávez: Producto de las Inferiores de Brown de Adrogué, en 2007 llegó a San Lorenzo, jugó en la Reserva y debutó el 7 de marzo del 2008 en un 1-0 ante Racing con Ramón Díaz de DT. En julio del 2009 pasó a préstamo a Godoy Cruz y en la temporada 2010/11 anduvo por Atlético Tucumán, también cedido. En el Decano tuvo un gran nivel (12 goles en 35 partidos; previamente tenía cinco en 46) y pegó el gran salto de su carrera en agosto del 2011, cuando lo compró el Napoli. Sin embargo, no pudo asentarse (apenas un puñado de minutos con el primer equipo) y a los seis meses volvió a préstamo al Ciclón.

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Tras esa temporada se fue a Almirante Brown, donde jugó durante la 2012/13 (13 festejos en 32 encuentros). Entre 2013 y 2015 se desempeñó para el PAS Giannina de Grecia (14 goles en 62 juegos). En la temporada 2016/17 volvió a Brown de Adrogué (21 goles en 52 partidos). Y el segundo semestre del 2017 lo jugó en Guaraní de Paraguay, con tres festejos en una decena de encuentros. En enero de este año se sumó a Aldosivi, tras una travesía que lo llevó por todos lados, y logró el primer título de su carrera siendo determinante en la final, a los 30 años.

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Titulares y suplentes de Aldosivi en la final ante Almagro.

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Leandro Somoza: La mayor parte de su vida futbolística la ha hecho en Vélez. Inferiores, debut en Primera (en el Clausura 2001 con el Maestro Washington Tabárez de entrenador), tres ciclos (de 2001 a 2006; de 2008 a 2010; y de 2015 a 2017) y dos títulos, los Clausura del 2005 y 2009. Su primera etapa finalizó cuando se marchó a España, en donde estuvo dos temporadas (una en el Villarreal y otra en el Betis).

Luego de su segunda etapa en el Fortín, en 2011 pasó a Boca, algo que no le gustó nada a muchos hinchas del Fortín. Allí conquistó el Apertura 2011 y la Copa Argentina 2011/12. En 2013 se fue a Lanús, donde obtuvo el único título internacional de su carrera, la Sudamericana 2013. Para 2015 retornó al Fortín, en lo que terminó siendo su último período.

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Tras quedar libre en julio del 2017, protagonizó uno de los pases más resonantes para esta temporada de la B Nacional al llegar a  Aldosivi. Y ahora que logró al Ascenso, quiere quedarse para afrontar la Primera: “Tengo ganas de continuar. Me siento con ganas y el cosquilleo previo a los partidos. Aldosivi no tiene nada de envidiarle a los equipos que están en Primera”. Porque a sus 37 años, Somoza tiene cuerda para un rato más…

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Telechea, goleador de Aldosivi en el torneo, no pudo jugar la final por haber llegado al límite de amarillas. Festejó igual… y bien merecido lo tiene.

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Fernando Telechea:  Nacido en Balcarce, llegó a Aldosivi mirado de reojo por su pasado en Alvarado, la contra. El delantero había debutado allí en 2007 (tras jugar en varios clubes de Balcarce y también de la Feliz) y había sido clave para que el equipo ascienda al entonces llamado Argentino A. Dejó ese club en 2009, para irse a Santamarina, donde también la rompió e incluso llegó a jugar una Promoción para subir a la B Nacional, que su equipo perdió ante la CAI de Comodoro Rivadavia. A mediados del 2010 pegó el salto a Primera de la mano de Caruso Lombardi, para vestir la camiseta de Tigre, donde estuvo un año. Entre 2011 y 2014 jugó para Quilmes y en la segunda mitad de ese año, tras el Mundial de Brasil, se fue a Colón, donde logró el Ascenso a Primera en el torneo que subió a diez equipos a la máxima.

Tras ese semestre en el Sabalero, durante todo 2015 estuvo en Santamarina, donde volvió a romperla, y en 2016 retornó a jugar en Primera, con la camiseta de Patronato. En julio del 2017, luego de no renovar con los entrerrianos, llegó a Aldosivi, donde fue el goleador del equipo campeón y borró resquemores por su pasado en Alvarado. Terminó jugando el torneo conviviendo con una lesión en los meniscos de su rodilla izquierda. Ah, su ídolo es Palermo y Riquelme el mejor jugador que ha visto.

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Moyano (el de la izquierda), fue determinante con sus atajadas.

Sebastián Moyano: Producto de las inferiores de Godoy Cruz, a partir de septiembre del 2011 empezó a ser el arquero suplente del equipo, estrenándose oficialmente en junio del 2013. Durante 2014 logró ganarse el puesto y tuvo continuidad pero en mayo del 2015 empezó a correr de atrás a partir del gran nivel que empezó a mostrar Rodrigo Rey, quien le arrebató la titularidad.

En julio del 2016 vivió un sustazo al protagonizar un accidente automovilístico en el cual se fracturó un tobillo. Al año, y a pesar de que Rey se había marchado al PAOK de Grecia, decidió bajar de categoría para ser titular. Y en Aldosivi fue determinante para el título.

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Villar no participó de la final (no fue titular ni tampoco estuvo entre los suplentes) pero lo gozó igual.

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Diego Villar: Jugó en varios equipos de Primera, se dio el gusto de lograr un Ascenso, de ser campeón de Primera e incluso de ganar un torneo internacional. Pero a sus 36 años, a Diego Villar le quedaba una cuenta pendiente… jugar en Mar del Plata, su ciudad natal.

Surgido del Independiente local, a los 14 años pasó a las inferiores de Newell’s, equipo con el cual debutó en Primera en 2002, con Julio Zamora de DT. Sin lugar en el club (ni siquiera le permitían entrenar con la Primera), en 2005 pasó a Santiago Wanderers, donde estuvo apenas tres meses, y ese mismo año llegó a Godoy Cruz, con Llop de DT. En el Tomba logró subir a Primera en 2006 y al año siguiente pasó a Arsenal, donde siguieron los éxitos con la conquista de la Sudamericana.

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A mediados del 2008 se sumó a Gimnasia de La Plata, club en el cual estuvo hasta 2010, momento en el cual se dio su retorno al Bodeguero. En esa segunda etapa en Mendoza se vio su mejor versión y en 2012 pegó el salto a Racing, con el cual ganó el Torneo Final 2014, aunque para ese momento ya con poca participación. Sin buena relación con Cocca, dejó de ser tenido en cuenta y en octubre del 2014 tuvo un breve paso por Defensa y Justicia. En 2015 llegó a Unión, donde jugó hasta mediados del 2017, cuando llegó a Aldosivi para cumplir el sueño de jugar en su ciudad. Lo que no imaginaba es que iba a tener un bonus inolvidable, salir campeón de la B Nacional.

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El gladiador Maxi Velázquez, Copa en mano.

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Maxi Velázquez: Su estreno en Primera fue con la camiseta de Ferro en 1998, cuando los de Caballito aún jugaban en la máxima categoría del fútbol argentino. Pero el club entró una grave crisis que lo llevó a la quiebra y eso repercutió en lo deportivo. Por eso el equipo descendió a la B Nacional en 2000 y al año siguiente bajó a la B Metropolitana, en 2001. A pesar de eso, el lateral siguió hasta 2003, cuando finalmente se marchó a Talleres de Córdoba. En la T protagonizó el 3° puesto del Clausura 2004 que no pudo evitar el descenso tras la derrota en la Promoción ante Argentinos, con J.J. López de DT.

Tras esa etapa, llegó a Lanús, donde de a poco empezó a meterse en la historia del club. En su primera etapa, que duró hasta 2010, logró el Apertura 2007, primer título local en toda la vida del Granate. En 2010 arribó a Independiente, donde conquistó una Sudamericana, aunque para 2012 retornó al equipo del Sur del Gran Buenos Aires. Allí siguió cosechando títulos (Sudamericana 2013, Torneo 2016, Copa Bicentenario 2016 y la Supercopa 2016) y se convirtió en el jugador con más presencias en la historia.

Sin embargo, a finales del año pasado, tras la final de la Libertadores, desde el club decidieron que su etapa como futbolista del club estaba terminada. Le ofrecieron sumarse a la dirigencia pero el lateral quería seguir jugando y por eso terminó llegando a Aldosivi, donde tuvo su revancha. La final la terminó jugando averiado, con puntos de sutura en su frente, una venda para cubrir esa zona e incluso un duro golpe en el tobillo que casi lo saca del partido a poco de su comienzo.

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La caravana de Aldosivi festejando el ascenso y el título.

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