En una fuente de horno, distribuimos los distintos tomates, cortando algunos por la mitad y dejando algunos enteros. Los espolvoreamos de sal, los regamos con un buen chorreón de aceite de oliva virgen extra y los cubrimos con hierbas aromáticas.
Podéis utilizar las que más os gusten o las que encontréis frescas o secas en vuestro supermercado. Yo he utilizado tomillo y romero fresco y hojas secas de orégano. Como haría Jamie Oliver en sus programas, no hay problema de añadir todo sin medir cantidades.
Mientras se precalienta el horno a 190º, cortamos las salchichas frescas de carnicería en 4 trozos y los distribuimos entre los tomates, removiendo todo antes de meterlo al horno. Añadimos también las guindillas. En la tele, Jamie siempre añade tres o cuatro, pero nuestra tolerancia al picante no es tan grande y en casa nos bastó con tres trozos de una guindilla suave. Lo dejo a vuestro gusto.
Horneamos durante unos veinte minutos, removiendo a la mitad para que todo se haga por igual, y sacando cuando veamos que las salchichas están bien tostadas y no aguantamos ya el delicioso aroma a hierbas aromáticas y tomate asado saliendo del horno.
Con qué acompañar las salchichas horneadas con tomates surtidos y guindilla
Estas salchichas horneadas con tomates surtidos y guindilla al estilo de Jamie Oliver están deliciosas tal cual salen del horno, acompañadas de una ensalada de hojas frescas o de una ensalada de hojas verdes, jamón de pato y nueces. La segunda vez que las preparé cocí unos espaghetis y los añadí a la fuente, y resultó un excelente plato único.