Roger
Federer
no
solo
fue
uno
de
los
mejores
tenistas
de
todos
los
tiempos,
sino
que
también
demostró
tener
un
ojo
agudo
para
los
negocios:
más
allá
de
sus
lucrativos
patrocinios,
su
mayor
acierto
financiero
llegó
de
forma
inesperada
cuando
su
esposa
le
compró
unas
zapatillas
que
pronto
lo
convertirían
en
un
hombre
de
negocios
y
un
multimillonario
gracias
a
su
fama
en
las
canchas.
Federer,
apasionado
del
calzado
deportivo
y
coleccionista
con
más
de
250
pares,
fue
sorprendido
un
día
por
Mirka
Vavrinec,
que
le
obsequió
un
par
de
zapatillas
de
la
entonces
marca
emergente
de
calzado
deportivo
de
alto
rendimiento
On,
un
par
que
definitivamente
maravilló
al
deportista
y
que
tras
una
reunión
en
Zúrich
adquirió
cerca
del
3%
de
la
empresa.
La
historia
de
On
Holding
AG
es
notable:
fue
fundada
en
2010
en
Zúrich
por
Olivier
Bernhard,
David
Allemann
y
Caspar
Coppetti.
Especializada
en
calzado
de
alto
rendimiento
con
su
tecnología
CloudTec
para
correr,
Federer
aportó
algo
más
que
dinero
al
desarrollo
de
esta
tecnología:
colaboró
en
el
diseño
del
modelo
The
Roger
Pro,
y
se
involucró
refinando
detalles
técnicos
que
pasaron
de
un
prototipo
a
productos
reales
en
2020.
Cuando
On
salió
a
bolsa
en
septiembre
de
2021,
su
valoración
inicial
alcanzó
más
de 11.000
millones
de
dólares.
Desde
entonces,
la
empresa
ha
seguido
creciendo
y
su
valor
actual
ronda
los 17.000
millones,
lo
que
convierte
la
participación
de
Federer
en
un
activo
de
al
menos
500 millones
de
dólares,
una
ganancia
que
supera
el
monto
de
todo
lo
que
ganó
en
la
pista,
ya
que,
hasta
2022,
los
ingresos
por
sus
competencias
eran
de
apenas
130
millones.
Este
movimiento
ha
sido
considerado
por
expertos
como
su
mayor
acierto
financiero.
Bloomberg
reporta
que
esta
inversión
es
la
que
más
ha
contribuido
a
su
patrimonio,
muy
por
delante
de
cualquier
patrocinio
o
contrato
publicitario.
Gracias
a
esto,
Federer
ha
entrado
al
exclusivo
grupo
de
los
atletas
multimillonarios,
con
un
patrimonio
estimado
de
1 300 millones
de
dólares.
Sus
vínculos
con
las
marcas
de
deporte
Durante
casi
toda
su
carrera
profesional,
Federer
estuvo
vinculado
a
Nike,
una
de
las
marcas
más
influyentes
en
la
industria
del
deporte.
Ese
acuerdo
comenzó
en
1994,
cuando
Federer
aún
era
adolescente,
y
se
consolidó
con
los
años
hasta
convertirse
en
uno
de
los
patrocinios
más
emblemáticos
del
tenis
moderno.
En
2018,
Federer
sorprendió
al
firmar
un
nuevo
contrato
con
la
marca
japonesa
Uniqlo
por
un
valor
estimado
en
300
millones
de
dólares
por
10
años.
Esta
alianza
marcó
un
cambio
importante
en
su
imagen
comercial,
ya
que
dejaba
atrás
una
marca
puramente
deportiva
para
integrarse
con
una
firma
de
estilo
de
vida
global.
Sin
embargo,
este
arriesgado
salto
fue
lo
que
lo
llevó
a
convertirse
en
un
atleta
multimillonario:
como
Uniqlo
no
fabrica
calzado
deportivo,
el
cambio
de
patrocinio
le
abrió
la
puerta
para
que
Federer
pudiera
explorar
nuevas
oportunidades
en
el
mundo
del
calzado
de
alto
rendimiento,
además,
podría
continuar
siendo
imagen
de
la
marca
aún
después
de
que
anunciara
su
retiro
del
tenis.
Su
caso
demuestra
que
la
marca
personal,
cuando
se
gestiona
con
inteligencia,
coherencia,
y
visión
a
largo
plazo,
puede
ser
tan
poderosa
como
cualquier
remate.
Por
supuesto,
nada
de
esto
hubiera
sido
posible
sin
lo
arrolladoramente
bueno
que
era
jugando
al
tenis.
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de
rogerfederer
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