Decir que el paso de Tortuga está lejos de ser lento es una mentira? Claro que no. Porque esa Tortuga es Gabriel Deck, el mejor jugador de la Liga Nacional. Y su andar parece cansino, pero vaya si pega rápido. Lo del santiagueño, simplemente, es de otra competencia. Y anoche fue la llave para que San Lorenzo comenzara los playoffs ganando: trabajado 91-82 a Peñarol, con el alero clavando 33 puntos, su máxima de la campaña.
Parecía que el Ciclón se comía crudo al Milrayita en Boedo, con un inicio con su sello: defensa demoledora, ritmo avasallante, corridas fulminantes, el triple funcionando (4-8 en el primer cuarto) y un Deck sensacional (16 puntos en el primer cuarto) para tomar una ventaja de 22 (29-7) en poco menos de 9 minutos. Pero el trámite se fue emparejando poco a poco. Primero, porque el bicampeón se apuró más de la cuenta, perdió algo de lucidez y se quedó sin triple entre el segundo y tercer cuarto (1-15). Y luego, claro, porque los de Leo Gutiérrez demostraron muchísimo corazón para tapar sus limitaciones.
Peña empujó y fue encontrando respuestas: un buen tramo de García y Brown en el 2º), la mano de Guaita y el trabajo de Leiva adentro, y otra ráfaga de García (terminó con 15 tantos) en el inicio del último para limar a sólo tres (73-70) a 6m25 del cierre. Pero la ilusión le duró el tiempo que quiso Deck, que fue nulo.
Tortuga tomó el mando y destrozó el alma de los de Mar del Plata: un doble largo armándose el tiro por su cuenta, un triple, un par de libres y otra bomba bien larga. Así, diez puntos, con la facilidad que acostumbra (y con la que asombra), para llevar la diferencia a 10 (83-73) a 3m del final y encaminar todo. Sí, tuvo compañía de lujo en Tucker (26 tantos, 8 rebotes y 5 asistencias) y Justiz (16, 12 tableros y 4 tapas). Pero cuando quiso, a su paso, liquidó una historia que se había complicado. Por algo es el mejor de la Liga…