Nunca rendirse, la premisa de Sebastián Galleguillo

El nadador bonaerense, Sebastián Galleguillo, conversó con Radio Estación 102.5 acerca del gran gesto que tuvieron sus padres, en tiempos de cuarentena, al construirle una pileta en el patio de su casa.

Edmundo y Marta son los padres de Sebastián Galleguillo, un joven de 18 años con hipoacusia, a quién lograron armarle una pileta en el medio del patio para que pueda entrenar durante la cuarentena. Los Galleguillo viven el barrio La Capilla de Florencia Varela, ubicado al sur de la Provincia de Buenos Aires.

La historia de Sebastián no sólo se replicó en los portales de noticias bonaerenses y alrededor del país, sino también en el exterior, como en China y Portugal, debido al gesto que tuvieron sus padres para con él. Galleguillo se vio imposibilitado de seguir con sus actividades normalmente a causa de la pandemia y por esa razón su familia decidió acompañar su pasión de una manera solidaria.

“No pensé que una pileta de chapa, madera y plástico iba a tener tanta repercusión y que me iban a llamar de tantos canales de noticias”, dijo Sebastián sorprendido. En ese sentido, expresó que sus padres tardaron sólo 3 días en construir la pileta y que, al verlo triste por no poder hacer natación, Edmundo y Marta decidieron tomar la iniciativa y realizar un acto de amor.

Asimismo, comentó que, si bien realizaba algunos entrenamientos dentro de su casa, extrañaba la sensación de sentir el agua y terminar cansado al final del día. “Ahora estoy complementando ese ejercicio físico con un poco de nado y estoy muy feliz de lo que hicieron mis padres por mí”, manifestó Galleguillo.

La vida de Sebastián es una historia de superación diaria. Cuando era pequeño le detectaron hipoacusia, razón por la cual tuvo que aprender a utilizar audífonos y complementarlo con lenguaje de señas. Pese a las dificultades, ello no fue un impedimento para dedicarse a la natación.

Durante ese proceso que comenzó a transitar desde chico, fue fundamental el apoyo que recibió de sus padres todos estos años. “De chiquito me acostumbré a leerle los labios a las personas, porque era la única manera de entenderlos que tenía en ese momento”, contó el nadador.

Sus inicios en la natación se debieron a que tenía problemas en sus fosas nasales. Como consecuencia, los médicos les recomendaron a sus padres que comenzara con dicha actividad. “Siempre estaba congestionado y eso hacía que tuviera problemas en los pulmones; eso también repercutía en mi audición, haciendo que de a poco empiece a perderla”, explicó.

Cabe aclarar que Sebastián forma parte de la Selección Argentina de Natación, aunque todavía no tuvo la oportunidad de representar al país en el exterior. Con respecto a ello, dijo: “Para mí es un deseo máximo y un sueño que quiero cumplir, ojalá pueda estar representando a la Argentina el año que viene y lograr una buena marca”.

A raíz de esta historia con sus padres, Galleguillo recibió el saludo de una persona a la cual admiraba mucho, el ex nadador y campeón mundial, José Meolans. “Yo no lo podía creer, fue una sorpresa muy especial; que me haya tenido en cuenta siendo que él es un grande de la natación me hace admirarlo aún más, ojalá pueda conocerlo en persona”, describió.

En alusión a su relación con la familia, sobre todo con sus padres, significa “todo” para Sebastián. “Mis padres son el pilar de la persona que soy hoy en día, ellos me dieron lo mejor siempre y siguen dándome lo mejor hasta ahora; son mis máximos ídolos, yo les debo la vida y todo lo que soy”, enfatizó.

Finalmente, brindándole un mensaje a los deportistas que atraviesan la cuarentena desde sus casas y que no pueden entrenar como lo hacían antes de la pandemia, Galleguillo enumeró: “Quiero transmitirles que no pierdan la fe en este tiempo, que no pierdan la conexión con lo que más le apasiona, que no dejen de luchar por sus sueños y que cuando todo esto termine vamos a volver a entrenar y divertirnos como lo hacíamos antes”.