Níscalos con patatas y bacalao: un guiso de setas fácil, pero exquisito

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En primer lugar, pica finamente la cebolla, el pimiento y el ajo. En una olla con tapa, calienta un poco de aceite de oliva y haz un sofrito con las verduras, añadiendo una pimienta de cayena si gustas de un pequeño toque picante.

Mientras se hace el sofrito, lava a conciencia los níscalos (aquí tienes más información sobre cómo lavar las setas) y córtalos en trozos del tamaño de un bocado, en cuartos o mitades dependiendo de su envergadura. Pela también las patatas y córtalas en trozos también de un bocado (chacándolas para que suelten más almidón).

Pasados unos 5 o 10 minutos, cuando el sofrito esté bien hecho, añade la patata, las setas y una hoja de laurel. Cocina la mezcla dos o tres minutos, para que la patata y las setas cojan algo de color, y añade caldo (o, en su defecto agua) hasta que cubra todo. Baja el fuego, tapa la olla, y cocina durante unos 20 minutos o hasta que la patata esté tierna.

Cuando la patata esté su punto, añade las tajadas del bacalao (en trozos no muy grandes y sin espinas) y un puñado de perejil fresco picado. Puedes usar bacalao fresco o desalado. Si usas este último, no añadas sal en ningún momento, hasta comprobar el punto de sal al final del cocinado. Una vez añadido el bacalao, cocina el guiso durante dos o tres minutos, apaga el fuego, pon la tapa y deja que el pescado termine de hacerse con el calor residual. Sirve caliente.