De los más de 200 casos de vulneración de derechos contra niños, niñas y adolescentes que atiende la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf) de la Municipalidad de Jesús María, cerca de 20 son por abuso sexual.
Las estadísticas locales coinciden con las cifras a nivel provincial: la mayoría de las víctimas de ataques contra la integridad sexual son menores de entre 5 y 12 años de edad.
«Esto no es casualidad, es la edad donde los niños y niñas están en el sistema educativo formal, lo que implica que se sientan contenidos y habilitados para hablar. De ahí la importancia de que los docentes y las instituciones tengan las herramientas necesarias para dar intervención a los organismos correspondientes», señaló la responsable de la Dinaf, Yanina Aguirre.
Justamente, para el nivel inicial la Ley de Educación Sexual Integral incluye contenidos como el conocimiento del cuerpo, la confianza, la libertad, pautas de cuidado y autoprotección, entre otros lineamientos. Por ende, «La ESI es una forma de prevenir situaciones de abuso sexual infantil», destacó Aguirre.
La mayoría de las veces se detecta que un niño o niña es víctima de abuso porque se le habilita la palabra, la escucha y de esa manera liberan sus miedos y expresan de diferentes modos lo que les está pasando, según explicó la funcionaria.
