Los
jóvenes
de
la
generación
Z
cada
vez
ven
más
improbable
su
jubilación,
por
lo
que
están
rompiendo
con
la
idea
tradicional
de
trabajar
sin
descanso
hasta
los
65
años
para
retirarse.
En
lugar
de
esperar
décadas
para
disfrutar
de
la
vida,
la
generación
Z
está
impulsando
una
tendencia
que
redefine
el
equilibrio
entre
trabajo
y
bienestar:
la
microjubilación.
Vivir
para
trabajar
o
trabajar
para
vivir.
Este
fenómeno,
que
ha
ganado
fuerza
gracias
a
las
redes
sociales,
y
propone
pausas
estratégicas
en
la
carrera
profesional
para
recargar
energías,
explorar
intereses
personales
y
priorizar
la
salud
mental,
todo
mientras
aún
se
tiene
juventud
y
vitalidad.
Según
publicaba
The
Guardian,
el
concepto
tiene
su
origen
en
el
libro
‘La
semana
laboral
de
4
horas‘
de
Timothy
Ferriss,
en
el
que
el
autor
priorizaba
llevar
una
vida
feliz
y
plena
por
encima
de
carreras
profesionales
dedicadas
a
hacer
posibles
los
sueños
de
otros.
Ya
descansarás
cuando
te
jubiles…o
no.
Según
una
encuesta
de
ResumeBuilder.com,
el
13%
de
los
jubilados
estadounidenses
prevén
que
durante
2025
tendrán
que
reincorporarse
al
mercado
laboral
debido
al
alto
coste
de
la
vida,
y
el
22%
ya
está
trabajando
para
poder
subsistir.
En
España,
en
cambio,
el
panorama
es
justo
el
contrario.
Según
un
estudio
de
la
Fundación
BBVA
e
Ivie,
la
renta
de
los
mayores
de
65
años
en
España
es
un
6,4%
más
alta
que
la
media
europea.
Ambos
escenarios
son
igual
de
malos
para
quienes
comienzan
su
carrera
laboral
ahora.
En
el
caso
norteamericano,
la
generación
Z
ha
descubierto
que
llegar
a
la
edad
de
jubilación
no
implica
dejar
de
trabajar,
incluso
cuando
has
pasado
toda
la
vida
haciéndolo.
Por
su
parte,
en
el
caso
de
España,
la
sostenibilidad
de
las
pensiones
y
el
progresivo
envejecimiento
de
la
población,
tampoco
garantiza
que,
quienes
justo
comienzan
su
carrera
laboral
ahora,
vayan
a
tener
una
jubilación
tan
acomodada
como
quien
se
jubila
ahora.
En
cualquiera
de
los
dos
casos,
la
idea
de
poder
descansar
cuando
te
jubiles
pende
de
un
hilo.
Maratón
o
esprints.
Ante
este
dilema,
la
generación
Z
no
solo
se
está
replanteando
cuándo
y
cómo
descansar,
sino
también
cómo
construir
una
vida
profesional
más
sostenible
y
satisfactoria
intercalando
periodos
sabáticos
a
modo
de «microjubilación»
a
lo
largo
de
su
carrera
profesional,
tal
y
como
señalan
en
Bloomberg.
A
diferencia
de
los
periodos
sabáticos
tradicionales,
que
suelen
estar
ligados
a
acuerdos
con
el
empleador
y
pueden
incluir
algún
tipo
de
salario,
muchos
jóvenes
optan
por
dejar
su
empleo
temporalmente
y
financiar
estos
breves
periodos
de
desconexión
con
sus
propios
ahorros.
El
objetivo
es
claro:
aprovechar
la
energía
y
la
salud
de
la
juventud
para
viajar,
aprender
nuevas
habilidades
o
dedicarse
a
proyectos
personales,
en
vez
de
postergar
estos
sueños
hasta
la
vejez.
Dominando
el
trabajo
remoto
y
la
precariedad.
Este
nuevo
enfoque
de
la
generación
Z
también
responde
a
una
realidad
laboral
en
la
que
la
inestabilidad
y
la
precariedad
están
a
la
orden
del
día.
Con
el
avance
de
la
tecnología
y
la
normalización
del
trabajo
remoto,
la
reincorporación
al
mundo
laboral
después
de
un
microretiro
ofrece
menos
fricción
que
en
generaciones
anteriores,
cuando
un
empleado
permanecía
en
la
misma
compañía
durante
décadas.
La
generación
ha
demostrado
no
tener
miedo
a
cambiar
de
empleo
a
menudo,
e
intercalar
un
periodo
breve
de
descanso
entre
trabajo
y
trabajo
puede
ser
una
forma
de
aplicar
este
modelo.
La
posibilidad
de
trabajar
por
proyectos,
a
tiempo
parcial
o
de
forma
remota
permiten
que
estas
pausas
no
signifiquen
necesariamente
un
retroceso
en
la
carrera
profesional.
De
hecho,
de
acuerdo
conlo
publicado
por
The
Conversation,
en
Australia,
por
ejemplo,
algunas
empresas
ofrecen
a
sus
trabajadores
un
permiso
remunerado
cuando
llevan
de
siete
a
diez
años
trabajando
para
ellos.
Una
especie
de
permiso
parental,
pero
cuidarse
a
uno
mismo.
El
valor
de
la
salud
mental
y
el
bienestar.
El
bienestar
físico
y
mental
es
una
de
las
principales
preocupaciones
de
la
generación
Z,
y
uno
de
los
incentivos
de
estas
microjubilaciones.
Estudiosde
la
Organización
Mundial
de
la
Salud
revelaron
la
relación
directa
entre
las
largas
jornadas
laborales
y
el
incremento
del
29%
en
las
muertes
por
enfermedades
cardíacas
y
accidentes
cerebrovasculares
entre
2000
y
2016.
Ante
este
panorama,
los
jóvenes
prefieren
prevenir
el
agotamiento
programando
descansos
prolongados,
en
vez
de
esperar
a
que
los
problemas
de
salud
se
acumulen
con
los
años.
Business
Insider
se
hacía
eco
del
caso
de
Anaïs
Felt,
una
gerente
sénior
en
una
empresa
tecnológica
de
Silicon
Valley
que,
desbordada
por
el
estrés
y
la
fatiga
que
le
ocasionaba
su
trabajo,
decidió
hacer
una
pequeña
pausa
en
su
carrera. «Llegaba
a
casa
tan
agotada
que
simplemente
me
tumbaba
en
el
sofá
para
recuperarme,
cenaba
y
luego
me
acostaba»,
dijo
sobre
su
rutina. «No
tenía
energía
para
salir
a
correr,
ni
para
pasar
tiempo
con
mi
pareja,
ni
para
reír»,
aseguraba
Felt
en
uno
de
los
vídeos
que
ha
colgado
en
su
perfil
de
TikTok
contando
su
experiencia.
Tendencia
con
muchos «peros».
Aunque
el
planteamiento
de
la
microjubilación
se
muestra
como
una
forma
de
equilibrar
el
autocuidado
con
las
carreras
profesionales,
la
realidad
a
veces
es
obstinada
y
se
empeña
en
hacerlo
inviable.
Tal
y
como
Felt
recordaba
en
la
descripción
de
su
vídeo,
antes
de
tomarse
uno
de
estos
descansos
ya
había
pagado
su
préstamo
estudiantil
y
cubierto
algunas
necesidades
básicas,
haciendo
especial
hincapié
en
el
matiz
de «Si
puedes
permitírtelo,
en
mi
opinión,
vale
totalmente
la
pena».
Bélgica
el
estado
reconoce
en
su
Ley
del
trabajo
el
derecho
a
desconectar,
ofreciendo
una
pausa
temporal
retribuida.
Sin
embargo,
estudios
previos
a
esta
medida
reconocían
que
hacer
esta
pausa
podía
tener
un
impacto
importante
en
la
carrera
profesional,
y
se
hacía
más
persistente
cuanto
más
jóvenes
eran
quienes
la
solicitaban.
Tener
unos
precios
de
alquiler
disparados,
el
coste
de
la
vida
al
alza
y
unos
salarios
ajustados
hace
que
la
edad
de
emancipación
en
España
se
sitúe
en
los
30,4
años,
según
datos
de
Eurostat.
Si
la
generación
Z
apuesta
por
la
microjubilación,
podría
hacer
que
esa
edad
fuera
superior
en
el
futuro,
dependiendo
durante
más
tiempo
del
apoyo
familiar.
Imagen
|
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(Keegan
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