Si estás aquí atraído/a por la idea de ver a Mario Casas al más puro estilo Avatar, siento decirte que no tiene nada que ver con la cola (con la que activaban cualquier cosa, como hará el actor con la suya) ni con el taparrabos y ni siquiera con el azul (cómo nos gusta un bodypainting).
Mario ha aprovechado su viaje en familia (todos adeptos de la guapocracia, no hay nadie ni medio feo en ella) a República Dominicana para dejarse llevar por los encantos locales.
El prota de ‘El Barco’ ha cambiado la magia de su melena de príncipe Disney por unas trencitas que le dan un aspecto de lo más sabrosón. Yo lo veo a medio camino entre garífuna buenorro y cantante de trap que se acaba de quitar con acetona el esmalte de las uñas.
Con ese tono de piel sólo comparable al de Jason Derulo y Marta López la colaboradora de ‘Sálvame’, lo mazado que está y este nuevo peinado… Si me dicen que Mario es hijo de Will Smith, me lo creo. Me sigue pareciendo increíble que este chavalote sea de nuestra especie. Desde aquí mi admiración más profunda a quien sea capaz de hablar con él sin tartamudear o, directamente, sin desmayarse.
Pero Mario no ha sido el único de la familia que se ha atrevido a hacerse un Tyga (o incluso un Whoopi Goldberg) durante este viaje dominical de ensueño (con ellos, como si me llevan a Albacete, todo me parecería un paraíso). Su amiga MJ y su hermano pequeño Daniel también han querido formar parte de este espejismo por el que parece, dada sus caritas bellas, que este peinado es favorecedor para todo el mundo.
Claro, luego se nos viene a la cabeza la imagen de Sergio Ramos con las trencitas y se nos pasan las ganas de intentar parecer guapes con el peinado estrella de nuestra playa petada de domingueros de confianza.
Semanas después de haberse comido todo el foco (con lo cegato que te deja eso) por su relación con Desiré Cordero, Mario Casas y su nueva churri han pasado el final del verano separados, tanto como nuestros ombligos de nuestro eje gravitacional (es lo que tiene el crecimiento de barriga después de tanto chiringuiteo, amiguis).
La relación entre la miss sevillana y el galardonado con un Goya de Lego (que le fabricó su hermano dado que la gala se celebró de forma telemática) se confirmó hace unos días con un beso sólo a la altura de las películas pastelosas que lleva protagonizando Mario Casas sin camiseta hasta que la industria empezó a tomarle en serio.
Mientras que Desiré Cordero veía a 40 grados a la sombra (los días buenos en Sevilla) las historias de su novio disfrutando a lo grande en el Caribe, la modelo ha estado en la capital andaluza pasando unos días en familia y trabajando, es decir, postureando en las redes luciendo cuerpazo de escándalo y desarrollando su multitud de poses en las fotos como buena influencer hasta decir ‘hashtag’ que es.
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La noticia Mario Casas sorprende con este tremendo cambio de look durante su viaje familiar a República Dominicana: se nos pone sabrosón lejos de Desiré Cordero fue publicada originalmente en Poprosa por Darío del Alcázar .