María Codino y su viaje por la nostalgia en «Tiene que haber un mapa»

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La cantante Mara Codino cerr un ao muy particular con un recital a sala llena en La Tangente Foto Ral Ferrari
La cantante María Codino cerró un año muy particular con un recital a sala llena en La Tangente / Foto: Raúl Ferrari.

Con su primera placa “Tiene que haber un mapa”, que consolida su búsqueda sonora y su proyección dentro de la escena musical, María Codino cerró su gran año con una presentación a sala llena en La Tangente que abre, a partir de ahora, un recorrido nacional para seguir acercando canciones que cargan energía rockera y devoción por la nostalgia.

La cantante, compositora, guitarrista y productora es una de las artistas estables de Indie Folks, la disquera y productora independiente que por estos días trajo a Buenos Aires grupos como Pulp, Unknow Mortal Orchestra y Warpaint y que también es conocida por su gran apuesta como organizadora del festival Music Wins, del que Codino formó parte en su última edición del 2022.

Tras varios singles y un EP debut titulado “Ese Fragmento Velado” (2020), la joven artista porteña arremetió este año con un primer disco solista y definitivo donde, además de apostar más por la guitarra eléctrica, logró expandir su universo sonoro y cruzarlo con pasajes de experimentación, samples de Borges y artistas invitados como Nico Alfieri (Todo Aparenta Normal) y Cármen Sánchez Viamonte.

En “Tiene que haber un mapa” se suceden canciones situacionales como “Cockta” y “Noche”, otros que persiguen la euforia como “Aforismos” y “Decir Hacerlo” y otras que van por la épica como “Desconcierto” y “Cine Especial”, bajo el influjo de lo vivido en el último tiempo y sus días de viaje en Europa hasta su regreso a Buenos Aires en tiempos de pospandemia.

«Cuando a veces te preguntan sobre las influencias, es difícil responder porque uno es una mezcla de andá a saber cuántas cosas distintas y cosas que no son solamente música»María Codino

Acompañada de un arrollador show en vivo, que cabalga entre lo rockero y lo melancólico e intimista, Codino se presentó en algunas de las salas más emblemáticas de la Ciudad de Buenos Aires como Niceto Club, La Tangente, Ciudad Cultural Konex, La Rural y El Recoleta.

En 2022 hizo parte de la grilla de festivales del calibre de Primavera Sound, Music Wins y Ciudad Emergente, y arrancó el 2023 tocando como parte del cartel de Rock en Baradero y como banda invitada de Massacre en La Trastienda.

“El disco es algo que quería hacer hace rato, en realidad desde apenas que saqué aquel EP, pero era todo muy nuevo, era lo primero que hacía como solista y tenía que armar una banda desde cero. Después hubo un tiempo de encontrar el formato para el vivo. Y para este disco, que ya tenía una banda y sabía como sonábamos, o qué cosas me divertían y qué no, fue salir más en la búsqueda a partir de todo eso que ya sabía”, contó Codino, en una entrevista con Télam, sobre el proceso del disco y su búsqueda en solitario.

En Tiene que haber un mapa se suceden canciones situacionales como Cockta y Noche y otras que persiguen la euforia como Aforismos y Decir Hacerlo Foto Ral Ferrari
En “Tiene que haber un mapa” se suceden canciones situacionales como “Cockta” y “Noche” y otras que persiguen la euforia, como “Aforismos” y “Decir Hacerlo” / Foto: Raúl Ferrari.

A la hora de “pensar las canciones”, hay un bagaje que trae desde su paso por la carrera de diseño de imagen y sonido que también terminó de guitar el rumbo de su obra: “Es curioso porque siempre le doy mucha bola a ciertas imágenes visuales a la hora de hacer canciones. Trabajo muchas veces, no siempre, con una imagen en la cabeza. Un recuerdo o algo que me imagino. Y las canciones empiezan muchas veces como una descripción de eso, o de ese clima que me voy imaginando desde el lado visual. Y, es más, muchas veces es como hasta descriptivo en las letras”.

“A nivel sonoro, me gusta mucho buscar el diseño de algún sonido según lo que quiera contar en el tema. No es sólo que la letra diga tal cosa, después la melodía y hay una canción. Sino pensar qué más le puedo meter desde ese lado para que me lleve un poco más a lo que estoy tratando de contar en la letra y el clima. Creo que eso en gran parte está como muy arraigado en mi formación y a todo lo que me quedó de esa carrera que tengo muy presente a la hora de trabajar y generar algo desde cero”, añadió.

Télam: ¿De dónde viene esta idea geográfica que plantea el título el disco?
María Codino: Es que la composición se dio de manera bastante aleatoria y geográfica, porque el año paso estuve varios meses de viaje. Compuse mucho viajando y viendo como realidades y cosas distintas. Después volví para acá y me encontré con esta nueva realidad pospandémica, con muchas cosas que habían cambiado. Mucha gente que hoy ya no está viviendo en Buenos Aires. De golpe, llegué acá y sentía que tenía que restructurar un poco todo, además de que también me traje esa cantidad de imágenes de distintos países con historias y realidades muy distintas.

T: ¿Por dónde estuviste viajando y qué realidades son las decís que terminaron de nutrirte?
MC: Estuve tocando por España y viajando por países como Croacia y Eslovenia. Fue muy loco también encontrarme con la historia de ellos con el socialismo. Estuve escuchando distintas historias y conectando mucho con gente que vive allá y que te va contando su propia vida y cómo autoperciben su país. Y todos piensan que viven en el peor país del mundo (risas). Eso me generaba mucha curiosidad, al igual que cuando conocí a un inglés y se me sentó a contarme todo el desastre del Brexit. Es loco como cada uno vive su propia realidad y piensa siempre que lo propio es lo peor. Pero, bueno, me traje muchas imágenes y cosas nuevas que y el disco creo que quedó muy empapado de eso. Me dije, bueno, tiene que haber una dirección de todas estas realidades en las que estamos, cosas que cambiaron. De golpe, me sentía perdida entre un montón de fichas. ¿Y ahora a dónde voy? Y una buena manera de cerrar el concepto y la búsqueda fue lo geográfico y esta idea de que tiene que haber un mapa, una dirección y un sentido de hacia dónde van las cosas.

“El disco es algo que quería hacer hace rato, en realidad desde apenas que saqué aquel EP, pero era todo muy nuevo, era lo primero que hacía como solista y tenía que armar una banda desde cero. Después hubo un tiempo de encontrar el formato para el vivo»María Codino

T: ¿Cuán importante es el ‘collage’ a la hora de encarar la producción musical de tus canciones?
MC: Hoy en día creo que se usa mucho el pastiche de mezclar y no solo lo musical sino muchas cosas. Pero más desde ese lado del collage. Cuando a veces te preguntan sobre las influencias, es difícil responder porque uno es una mezcla de andá a saber cuántas cosas distintas y cosas que no son solamente música. También puede ser un libro, una conversación con algún amigo que te lleva a una idea o un concepto, que después lo acerco más a un estilo de canción o por ahí voy viendo qué sale. Uso mucho para los arreglos y las producciones esto del collage para ver por dónde va, si acá es mucho o si tengo que recortar. Uso mucho eso de grabar y recortar pedacitos, ‘esto sí esto o no’, o lo vuelvo a grabar. Hoy en día tenemos esa posibilidad y por eso me gusta tanto trabajar sola en ese sentido, porque es como que ahí puedo perder el tiempo que quiera en escuchar, flashear, borrar. Antes eso no se podía hacer mucho y es el proceso que más hago, la verdad.

Con su primera placa Tiene que haber un mapa la cantante productora compositora y guitarrista consolid su bsqueda sonora Foto Ral Ferrari
Con su primera placa, “Tiene que haber un mapa”, la cantante, productora, compositora y guitarrista consolidó su búsqueda sonora / Foto: Raúl Ferrari.

T: ¿Cómo fueron tus comienzos como artista independiente?
MC: Ser independiente es una aventura divertida. A veces es frustrante porque por delante hay incertidumbre total, pero por otro lado también te da esa cosa de poder conectar con gente y disfrutar. Yo hace mucho que toco así de manera independiente y es muy loco porque arranqué sin conocer absolutamente nada. Cuando empecé no conocía a nadie que tocara un instrumento. Fui a un colegio donde nadie tocaba nada, donde no se hablaba de música o tampoco gustaba lo que yo escuchaba. Terminé el colegio y dije ‘voy a armar una banda, no me importa cómo’. Y me puse a buscar en un foro de Taringa: armé una entrada que decía ‘busco banda de tal estilo’. Así armé mi primera banda con la que toqué cuatro años y sacamos dos EP. Con eso empecé a moverme dentro de la escena y a conocer gente. Fue así como empecé. Era todo muy nuevo para mí; tenía 17 años y pasé de no conocer a nadie y a ningún lugar, a conectar con otras bandas con las que compartíamos fechas, o a conocer otros lugares o personas que venían a verme y después me escribían. Así se fue armando como una red. Después tuve otra banda más, en esta etapa solista.

T: ¿Después de sacar un disco, viene rápido la necesidad de crear otra cosa o necesitás cierta distancia para disfrutarlo y que tenga también el recorrido que merece?
MC: Estoy medio esquizofrénica porque por momentos siento que quiero frenar, pero ahora me están agarrando ganas de ponerme a componer. No me gusta mucho ese desfasaje entre que compones hasta que sale. Se me hace muy largo. ¿Me seguirá gustando esto? ¿Me tendrá harta esta canción? Asi que sí, por ahí ahora esperaré un poquito hasta que vayan subiendo las ganas de volver a hacer canciones nuevas. Por ahora, estamos muy a full armando una gira para mostrar el disco por Buenos Aires y el resto de Argentina. Queremos girar lo más que podamos. También está el proyecto de viajar para tocar a afuera, pero todo a su debido tiempo.

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