Los récords olvidados.

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Jesús María. El gran salto cualitativo y cuantitativo del Festival Nacional de Doma y Folklore fue en 1989, cuando se duplicó la cantidad de entradas vendidas el año anterior y se registraron dos marcas nunca superadas.  

En esa edición, la 24ª, en la noche de los dos soles y una luna, como se bautizó al segundo sábado, cuando Los Cantores del Alba subían al escenario mientras aparecía el sol del domingo y la fiesta se prolongaba hasta la 9, más o menos, la taquilla fue de 36.463 personas y en diez noches ingresaron 173.565 espectadores, es decir, unos 8 mil más que este año. El presidente de la Comisión Directiva era el Dr. Juan José Rustán.

Pasaron 28 años hasta que, en 2017, se superaron as 166 mil entradas, pero en 11 noches. Es altamente probable que este año ingresen más de 173 mil personas, pero también contando el lunes extra.

Esas marcas nunca fueron superadas. Sin embargo, quedaron en el olvido.

El Prof. Rodolfo Visintín, ex presidente del Festival, conservaba las estadísticas de entonces que permiten poner blanco sobre negro acerca de los niveles históricos de concurrencia.

Fue durante su gestión, en el año 1998, cuando casi cae el récord de Los Cantores del Alba. Lo logró Soledad. Actuó un martes y en el anfiteatro José Hernández hubo 35.919 personas.

Imaginen lo que fue el predio del festival esas noches: en 1989 sólo existían la gradería original y en 1998 sólo estaba construida la tribuna alta ubicada detrás de los palenques.

20-01-2020