Los huesos mayas que cuentan una historia aterradora: la de la violencia ritual contra los prisioneros de guerra

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Todas
las
civilizaciones
a
lo
largo
de
la
historia
han
tenido
sus
costumbres
y
rituales.
En
muchos
de
esos
rituales

estaban
presentes
las
drogas

y,
en
cuanto
al
carácter
de
los
mismos,
tenemos
desde
la
práctica
de

asomarse
a
un
volcán
y
lanzarle
vacas
,
hasta
los
juegos
de
pelota
de
los
mayas
(también
drogas
mediante
),
pasando
por
la

industria
de
la
muerte
de
Egipto.

Y
ahora…
pues
bueno,

nos
tatuamos
las
cenizas

de
alguien
muy
cercano.

Volviendo
a
los
mayas,
hace
una
década
se
descubrió
un
conjunto
de
huesos
tan
bien
conservados
que
se
están
exponiendo
en
el

Museo
de
Arquitectura
Maya

del
Centro
Histórico
de
Campeche
bajo
el
nombre ‘El
entierro
múltiple
de
Uxul
y
el
fenómeno
de
la
violencia
ritual’.
El
nombre
no
deja
lugar
a
dudas
y
esconde
una
historia
tan
interesante
como
aterradora.


En
perfecto
estado
.
En
2013,
dentro
del
paraguas
del
Proyecto
Arqueológico
Uxul,
una
colaboración
entre
arqueólogos
alemanes
y
mexicanos
del
Centro
INAH
Campeche
descubrieron
los
restos
óseos
de
unos
20
individuos
de
la
época
prehispánica.
Se
encontraban
en
unas
condiciones
excelentes
que
permitieron
documentar
y
analizar
el
conjunto,
ya
que
además
de
los
restos
óseos,
se
encontraron
tejidos
orgánicos
que
rara
vez
se
preservan.

Estos
restos
estaban
enterrados
en
una
cavidad
de
masa
de
grava
y
sellados
con
una
capa
de
barro.
También
se
encontraron
huesos
de
animales
y
algunas
herramientas,
pero
lo
especial
de
todo
esto
es
que
la
losa
parecía
no
haberse
alterado
desde
que
se
cerró,
por
lo
que
los
restos
habían
estado
durante
siglos
protegidos
de
la
humedad,
la
luz
y
el
oxígeno.


Cada
uno
por
su
lado
.
A
partir
de
aquí,
la
cosa
se
pone
un
poco
turbia
y,
realmente,
a
los
investigadores
les
debió
llevar
un
tiempo
hacer
el
recuento
de
cuerpos
humanos.
Se
encontraron
restos
de
14
hombres,
una
mujer,
varios
adolescentes,
un
niño
de
unos
18
meses
y
un
neonato.
El
problema
es
que
prácticamente
todos
estaban
desmembrados.

Los
arqueólogos
informaron
que
los
esqueletos
no
se
encontraron
en
su
articulación
anatómica
natural,
ya
que
los
brazos
y
piernas
fueron
separados
del
tronco,
pero
además
casi
todos
los
cráneos
estaban
dispersos
por
la
tumba.
Que
habían
sido
decapitados,
vaya.

Foto5
Foto3


Y
con
saña
.
El
análisis
osteológico
indicó
que
todas
las
partes
corporales
encontradas
de
los
diferentes
cuerpos
presentaban
marcas
de
corte
y
traumatismos
idénticos
y
en
las
mismas
posiciones
anatómicas.
Esto
indicó
a
los
arqueólogos
que
esas
personas
habían
muerto
de
la
misma
manera
(o
eso
se
pretendió)
y
en
un
único
evento.

Pero
no
es
lo
único,
ya
que
también
identificaron
que
la
mayoría
de
esas
partes
corporales
habían
sido
expuestas
a
una
fuente
de
calor
indirecta
a
unos
200
grados
centígrados.
Al
parecer,
era
la
temperatura
ideal
para
evitar
la
calcinación,
pero
no
se
sabe
el
motivo.


Rituales
sistemáticos
.
Lo
que

parece
estar
claro
es
que
era
una
práctica
ritual,
una
violencia
extrema
que
se
practicó
en
estos
ritos
de
Uxul
no
contra
su
propio
pueblo,
sino
contra
migrantes.
Se
estima
que
la
mayoría
de
individuos
de
esa
fosa
crecieron
en
una
región
a
unos
150
kilómetros
al
sureste
de
Uxul
y
que
habían
sido
trasladados
a
la
zona
como
cautivos.
El
motivo
puede
ser
un
conflicto
bélico
entre
dos
pueblos
y
estos
prisioneros…
bueno,
no
tuvieron
mucha
suerte.


Y
los
animales

De
la
manera
que
sea,
se
trata
de
personas
que
murieron
en
algún
momento
del
siglo
VII
d.C.
y
esas
condiciones
comentadas
han
permitido
que,
según
los
investigadores,
sean
los
restos
mayas
mejor
conservados
del
mundo.
Y
si
te
estás
preguntando
qué
les
pasó
a
los
pobres
animalitos
enterrados,
éstos
no
fueron
desmembrados
ni
se
expusieron
a
esa
fuente
de
calor,
pero
algunos

tienen
marcas
que
indican
que
podrían
haber
servido
de
alimento.

Lo
cierto
es
que
la
muerte
debió
ser
brutal
(aunque

en
Europa
no
nos
quedamos
cortos

con
nuestra
maquinaria
de
tortura),
pero
lo
bueno
es
que
el
haberlos
enterrado
de
esa
forma
ha
permitido
que
los
restos
lleguen
a
nuestros
días
en
perfectas
condiciones
y
con
muchísimo
que
contar
para
conocer,
un
poco
más,
a
los
mayas.

Imágenes
|

INAH

En
Xataka
|

Así
se
descubrieron
en
1840
las
ciudades
mayas
de
Yucatán:
la
historia
del
hallazgo
que
cambió
la
historia
de
México