Carlos Paz. «Avilés no sólo discrimina publicitariamente a este periódico, sino que además no paga deudas
contraídas entre 2015 y 2017, a sabiendas que eso derivará en una demanda millonaria, aunque obviamente no pagará su administración, sino los vecinos de Carlos Paz. DYPRA repudió el hostigamiento al periódico La Jornada e instó al Intendente a pagar la deuda y cesar la discriminación», dice un comunicado oficial de la primera cooperativa de medios regionales del país.
La historia.
Desde que el proyecto periodístico La Jornada se reconvirtió en semanario, en enero de 2008, pasaron 533 ediciones.
La semana pasada, por primera vez en todo este tiempo, no se editó por cuestiones de índole estrictamente económicas.
Para que eso ocurriera, a pesar de los esfuerzos, confluyeron varios factores.
Por un lado, la crisis a nivel nacional causada por las medidas que lleva adelante el gobierno de Mauricio Macri, provocó que los insumos necesarios para editar en formato papel (muchos directamente vinculados al dólar) hayan registrado aumentos fulminantes. En términos de costo de impresión hay que hablar de un incremento de más del 50% a lo largo de este año, que es imposible de trasladar a las pautas publicitarias.
La recesión, además, provocó una lógica contracción del mercado.
Pero La Jornada, además, se edita en Villa Carlos Paz. Y aquí, a la crisis nacional le suma la política de discriminación que lleva adelante la gestión del intendente Esteban Avilés con ese medio.
En su historia, La Jornada se ha caracterizado por tener una línea editorial crítica de los sucesivos gobiernos. Lo fue con la intendencia de Gustavo Dellamaggiore (en formato diario), de Carlos Felpeto (diario y semanario), y también con Avilés.
Este último logró, a diferencia de sus antecesores, disciplinar a la enorme mayoría de la prensa local. La Jornada no aceptó formar parte del sistema de medios ‘amigable’ que moldeó el mandatario, a fuerza de premios y castigos, y las consecuencias no se hicieron esperar.
Primero fue excluida del reparto de la pauta oficial. Hoy debe ser uno de los pocos medios que no tiene pauta de ningún tipo vinculada al municipio y que se distribuye de acuerdo al concepto ‘amigo/enemigo’ que tanto rédito le ha dado políticamente.
Luego, comenzaron a marginarlo de las conferencias de prensa y quedó fuera del ‘círculo’ de la prensa que tiene acceso a la agenda oficial.
Pero no contento con esto, Avilés fue más allá y bloqueó el pago de servicios que La Jornada efectivamente brindó desde 2014 hasta diciembre de 2017, facturados al Concejo de Representantes y la defensoría del Pueblo. Mientras habla de respeto los empuja a acudir a la Justicia, sabiendo que la estrategia de estirar –y profundizar- el desfinanciamiento terminará por hundir al medio.
Está cerca.
05-10-2018