Si
llevas
suficiente
tiempo
siguiendo
la
tecnología,
has
sido
testigo
de
dos
momentos
clave
en
la
era
dorada
de
Intel.
Primero,
en
los
años
90,
cuando
la
serie
Pentium
cimentó
su
dominio
en
los
procesadores
de
escritorio.
Luego,
en
2006,
cuando,
con
una
marca
ya
consolidada,
Intel
inauguró
la
era
‘Core’.
En
aquellos
tiempos,
la
compañía
no
solo
lideraba
el
sector:
representaba
la
vanguardia
en
innovación
y
calidad.
Lo
demostraba
con
productos
de
referencia
y
una
identidad
de
marca
clara,
coronada
por
su
eslogan:
Leaps
ahead
(saltos
hacia
adelante).
Pero
algo
cambió.
El
dominio
de
Intel
dejó
de
ser
incuestionable.
Su
brillo
se
fue
apagando
con
la
irrupción
del
mundo
móvil,
el
resurgimiento
de
AMD
en
los
ordenadores
de
escritorio,
el
empuje
de
Apple
Silicon
y
sus
propios
retrasos
en
el
desarrollo
de
nodos
avanzados.
Pat
Gelsinger
intentó
enderezar
el
rumbo,
pero
entre
despidos
y
resultados
trimestrales
catastróficos,
su
etapa
terminó
en
una
crisis
sin
precedentes.
Ahora,
el
futuro
de
Intel
queda
en
manos
de
Lip-Bu
Tan,
que
asumirá
el
mando
este
martes.
Lip-Bu
Tan
no
se
anda
con
rodeos
Faltan
pocas
horas
para
que
Lip-Bu
Tan
se
convierta
oficialmente
en
el
nuevo
CEO
de
Intel,
pero
el
veterano
ejecutivo
ya
ha
estado
preparando
su
estrategia
para
tomar
las
riendas
sin
demora.
No
es
una
sorpresa:
Intel
atraviesa
un
momento
delicado
y
Tan,
ex-CEO
de
Cadence
y
miembro
de
la
junta
directiva
de
Intel
hasta
2023,
ha
sido
uno
de
los
críticos
más
duros
de
la
gestión
de
Pat
Gelsinger.
Según
Reuters,
su
plan
para
la
compañía
girará
en
torno
a
dos
pilares
fundamentales
que
marcarán
el
futuro
del
gigante
de
los
semiconductores.

-
Intel
Foundry:
la
división
de
fabricación
de
chips
para
terceros,
creada
en
2021
bajo
la
estrategia
IDM
2.0.
En
su
lanzamiento,
fue
toda
una
declaración
de
intenciones:
Intel
quería
convertirse
en
un
actor
clave
en
la
industria
de
semiconductores
y
competir
directamente
con
TSMC
y
Samsung.
Sin
embargo,
los
resultados
han
sido
irregulares.
Aunque
la
compañía
cuenta
con
clientes
como
Microsoft
y
Amazon,
su
crecimiento
sigue
por
debajo
de
las
expectativas.
La
prioridad
de
Tan
será
impulsar
Intel
Foundry
de
forma
agresiva,
atrayendo
nuevos
socios
y
asegurando
contratos
estratégicos
que
refuercen
su
posición
en
el
sector.
“Lip-Bu
pasará
mucho
tiempo
escuchando
a
clientes,
socios
y
empleados
para
posicionar
el
negocio
de
cara
al
futuro”,
dijo
un
portavoz
de
Intel
a
Reuters. -
Inteligencia
artificial:
un
área
donde
Intel
ha
quedado
rezagada.
La
compañía
de
Santa
Clara
ha
visto
cómo
NVIDIA
ha
tomado
la
delantera
en
hardware
especializado
para
IA,
mientras
que
su
propia
estrategia
en
este
campo
ha
sido
errática.
Tan
busca
reorientar
los
esfuerzos
de
Intel
en
inteligencia
artificial,
más
allá
de
los
chips
para
servidores.
Su
plan
incluye
un
impulso
en
software,
robótica
y
modelos
de
lenguaje,
con
el
objetivo
de
devolver
a
Intel
un
papel
relevante
en
una
de
las
tecnologías
más
disruptivas
del
momento.
Pero
esta
transformación
traerá
consigo
recortes
de
plantilla,
principalmente
en
mandos
intermedios.
Tan
lleva
tiempo
señalando
que
Intel
ha
perdido
agilidad
y
que
su
estructura
ha
crecido
de
forma
desproporcionada,
dificultando
la
toma
de
decisiones
y
ralentizando
la
innovación.
Según
fuentes
cercanas
a
la
compañía,
considera
que
la
clave
no
es
solo
reducir
el
tamaño
de
la
plantilla,
sino
también
cambiar
la
cultura
corporativa
de
Intel,
eliminando
la
aversión
al
riesgo
que
ha
lastrado
su
competitividad
en
los
últimos
años.
El
desafío
es
enorme.
La
pregunta
es
si
Tan
logrará
hacer
lo
que
sus
predecesores
no
pudieron:
devolver
a
Intel
al
lugar
que
ocupó
durante
décadas.
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