¿Qué es el cine? Al interrogante más elemental y sustancial de todos intenta dar respuesta edición tras edición el Festival de cine europeo de Sevilla. Una pregunta que se contesta a través del visionado de las películas exhibidas a lo largo de los nueve días que ha durado la celebración cinéfila en la capital andaluza. Películas que componen una rica programación donde lo heterogéneo y lo subversivo alumbran por encima del cine más obcecado y herrumbroso.
El blanco y negro de Audiard y Branagh
Nadie concluye un festival cinematográfico como el celebrado en la ciudad hispalense (pocos poseen una programación tan iconoclasta) con la misma concepción del séptimo arte que cuando comenzó. Sus distintas secciones dieron buena muestra de la salud del mejor cine que se está realizando en la actualidad, tanto a nivel europeo como de otros continentes, dado que a través de las coproducciones también se muestran obras de otras latitudes geográficas.
Si por algo debe ser amonestada la Sección Oficial de este año es por el excesivo número de títulos a competición, un problema que afecta a buena parte de festivales de todo el mundo y del que ya reflexionamos en la crónica de la pasada edición de la SEMINCI. Pero volvamos al principio, al origen. ¿Qué es el cine?
Para perfilar el discurso los programadores (encabezados por José Luis Cienfuegos, director del festival) decidieron abrir y cerrar la Sección Oficial con dos obras en blanco y negro (aunque ambas con fugas en color). La inaugural fue ‘París, distrito 13‘ (‘Les Olympiades’), última cinta del francés Jacques Audiard, adaptación de tres historias gráficas del dibujante estadounidense Adrian Tomine.
Una película insólita en la filmografía del responsable de ‘Un profeta‘ (2009), que explora las relaciones sexoafectivas en la era digital y sus nuevas redes sociales, mostrando las contradicciones y miedos de la generación millennial. En la estupenda química que existe entre sus actores (la neófita Lucie Zhang ha sido galardonada con el premio a la mejor actuación femenina) y la habilidosa narración de Audiard se hallan los grandes logros de esta hermosa obra.
Y de Francia a Irlanda del Norte. En su capital transcurre ‘Belfast’, película que clausuró el festival sevillano (aunque fuera de concurso) y con la que Kenneth Branagh narra su turbulenta infancia en los años 60, marcada por los violentos conflictos de carácter político y religioso que perturbaron su vida y la de su familia.
Con mejores intenciones que logrados resultados, el filme ganador de la última edición del Festival de Toronto peca en su edulcoración e imposibilidad de huir de los lugares comunes hollywoodienses. Con música del cantante británico Van Morrison e interpretada por rostros conocidos de la industria estadounidense (resalta la siempre solvente Judi Dench), ‘Belfast’ encuentra sus mejores momentos cuando traslada al espectador la fascinación del joven protagonista por la ficción (casi los únicos momentos que el color inunda la pantalla), ya sea el teatro o el cine, que cuando se enreda en el previsible melodrama familiar.
Y entre la de Audiard y la de Branagh, otras veintitrés películas más para resolver la pregunta originaria que todo cinéfilo ha de hacerse. En total, veinticinco largometrajes en Sección Oficial, veintiuno a competición. Entre todos los que concursaban, el jurado presidido por el cineasta alemán Christian Petzold —responsable de ‘Yella’ (2007) u ‘Ondina’ (2020), galardonada con los premios a mejor dirección y montaje en la pasada edición— entregó el Giraldillo de Oro a ‘Great Freedom’, tercer largometraje del austriaco Sebastian Meise.
Siendo la vencedora del festival una solvente película, el palmarés queda deslucido si se tiene en cuenta que las propuestas más sobresalientes y transgresoras se fueron de vacío. Los nuevos trabajos de Apichatpong Weerasethakul, Nadav Lapid y Michelangelo Frammartino no se llevaron recompensa, como tampoco lo hizo esa indefinible maravilla titulada ‘Diarios de Otsoga’ que codirigen Miguel Gomes y Maureen Fazendeiro.
En una edición marcada por la memoria y el tiempo, el oscuro pasado y el incierto y caótico presente, que estos cuatro filmes no obtuvieran premio es incomprensible. Sí lo tuvo, aunque sabe a poco, la original ‘¿Qué vemos cuando miramos al cielo?’, una divertida y libérrima declaración de amor al séptimo arte que dirige el georgiano Alexandre Koberidze, premiada por su fotografía.
‘Great Freedom’ y ‘Para Chiara’, dos obras imprescindibles
La ganadora, ‘Great Freedom’, cuenta la historia real de Hans, un presidiario alemán encarcelado por ser gay, víctima del execrable artículo 175 del código penal de la Alemania occidental de posguerra que condenaba «los actos impúdicos u obscenos con otro hombre» y que estuvo vigente hasta 1969.
Situando el foco en tres fechas concretas (1945, 1957 y 1969), Meise se acerca al personaje principal durante su vida entre rejas, los castigos a los que se le infligía y su relación con un asesino compañero de celda. Casi 25 años de entradas y salidas de la cárcel desde que fue liberado de un campo de concentración hasta la despenalización de la homosexualidad.
Con precisión de orfebre, el realizador austriaco cuida una sólida puesta en escena marcada por opresivos planos interiores y una lóbrega fotografía que encuentra luz en el lugar menos esperado. El uso de la elipsis cimienta una narración que deslumbra en su apertura y desenlace, ambos de gran potencia visual.
La película, que ya ganó el Premio del Jurado en la sección Un certain regard del festival de Cannes 2021, se beneficia de la desgarradora interpretación del actor germano Franz Rogowski, sin duda uno de los trabajos actorales de la temporada, que fue distinguido en Sevilla con el galardón a la mejor interpretación masculina. Cine de denuncia que observa con lupa el pasado para comprender el presente.
Otro título ineludible de esta decimoctava edición fue ‘Para Chiara’, del director italoamericano Jonas Carpignano, premio a la mejor dirección y mención especial al elenco formado por Nina Fumo, Swawmi Rotolo, Carmela Fumo y Claudio Rotolo. Se trata de la tercera parte de la trilogía calabresa de Gioia Tauro que completan ‘Mediterranea’ (2015) y ‘A Ciambra’ (2017), esta última también premiada en Sevilla con el galardón al mejor actor para Pio Amato. Una trilogía con la que Carpignano muestra los problemas de este municipio y, por extensión, de toda Italia: inmigración, pobreza y, ahora, mafia.
Su originalidad y fortaleza radica en el punto de vista. Estamos ante una cinta de gánsteres en la que la protagonista es Chiara, la hija de una familia mafiosa, la única (junto a su hermana más pequeña) que desconoce a qué se dedican sus padres, tíos y primos hasta que su padre desaparece súbitamente. Por tanto, el espectador será testigo de esta mirada hacia al abismo, del paulatino descubrimiento que desmoronará los pilares vitales de Chiara y por el que tendrá que ir encajando piezas y tomar importantes decisiones. Es decir, su mirada será nuestra mirada durante todo el metraje.
Como en sus anteriores trabajos, Carpignano transita en la línea entre ficción y no ficción, consiguiendo unas poderosas interpretaciones de personas no curtidas en la actuación, al mismo tiempo que una enigmática atmósfera llena de tensión debido a cómo filma con primeros planos los personajes y los espacios. Estrenada mundialmente en la Quinzaine des réalisateurs de Cannes, ‘Para Chiara’ es una película esperanzadora que desde su arrollador inicio en un fiesta de cumpleaños nos presenta los firmes códigos de poder en la mafia y la familia, ambas siempre unidas.
Un cine, el italiano, que destacó en las distintas secciones de la programación con propuestas tan notables como ‘Re Granchio’ (Alessio Rigo de Righi, Matteo Zoppis), ‘Piccolo Corpo’ (Laura Samani), ‘Atlantide’ (Yuri Ancarani) o la antes mencionada ‘Il buco’ (Michelangelo Frammartino). Un cine que, al igual que sucede con la mayor parte de los títulos estrenados en Sevilla, desafía los códigos, se rebela ante los arcaicos postulados y abraza la libertad.
Esa gran libertad de la que hace mención el título ganador de esta edición. Lo que nos lleva nuevamente a la pregunta sobre el significado del cine. Seguro que algo diferente a lo que creíamos en un principio.
Palmarés de la 18ª edición del Festival de Sevilla
- Mejor película (Giraldillo de Oro): Great Freedom, de Sebastian Meise
- Premio especial del jurado (ex aequo): Onda, de Arthur Haradi y Costa Brava; Líbano, de Mounia Akl
- Mejor dirección: Jonas Carpignano, por Para Chiara
- Mejor actriz: Lucie Whang, por Paris, Distrito 13
- Mejor actor: Franz Rogowski, por Great Freedom
- Mención especial al elenco: Para Chiara, formado por Nina Fumo, Swami Rotolo, Carmela Fumo y Claudio Rotolo
- Mejor guion: Arthur Harari y Vincent Poymiro, por Onoda
- Mejor fotografía: Faraz Fesharaki, por ¿Qué vemos cuando miramos al cielo?
- Mejor montaje: Nicolas Chauderge, Rebecca Lloyd y Jacob Schulsinger, por Vaca
- Mejor película Nuevas Olas: Moon 66 Questions, de Jacqueline Lentzou
- Premio Especial Nuevas Olas: Abrázame fuerte, de Mathieu Amalric
- Mejor película Nuevas Olas no ficción (ex aequo): The Story of Looking de Mark Cousins; Babi Yar. Context de Sergei Loznitsa