Las 21 mejores frases de Antonio Gasset en ‘Días de cine’: el educador sardónico de toda una generación de cinéfilos

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La noticia de la muerte de Antonio Gasset, periodista cinematográfico al que España conoció por ser el director y presentador de ‘Días de cine‘, desde 1994 al 20 de diciembre de 2007, ha dejado huérfanos a toda una generación de cinéfilos formada gracias a su espacio, que no volverá a disfrutar el cine de la misma manera. Hoy, esos aficionados despiden al crítico con un gran vacío.

Es difícil describir el impacto que tuvo Antonio Gasset en la televisión cuando su programa se emitía a horas poco proclives a crear afición. Los viernes noche, día de salir para varios grupos de edad, la dos de rtve emitía un programa de cine con inquietud crítica, que alternaba las piezas de vídeo de análisis con pequeños interludios en los que el presentador hacía alguna apreciación ingeniosa, absurda y casi siempre hilarante o afilada.

Un comunicador irreverente y genial

Hoy en día, seguramente no tendría el mismo interés, pero en una época de telebasura, mama chicho, y cantaores presentando programas, que el canal de los contenidos «intelectuales» hiciera un programa de cine con ritmo, apasionante en sus montajes y delirante en sus fragmentos presentandos era un salvavidas. La mirada hierática y una actitud pausada y voz muy seria de Gasset, contrastaba con las reflexiones ácidas, surrealistas, y a menudo incendiarias con las que pasaba de un bloque a otro.

Normalmente, el plato fuerte de sus soliloquios aparecían justo antes de ir a publicidad, otras veces se concentraban en su despedida, en donde a menudo interpelaba a los espectadores o soltaba alguna frase que nadie estaba acostumbrado a escuchar en televisión. Daba la impresión de que lo hacía con la confianza de quien no tiene miedo a que le echen de su trabajo, era la pose que todos quisiéramos frente a nuestro jefe o ante la vida, pero nunca podríamos reunir la valentía (o el ingenio) para poder hacerlo.

'Días de cine', un superviviente que cumple 20 años

En realidad, Gasset explicaba en entrevistas que su particular estilo surgió un poco de casualidad y por la sorprendente reacción del público:

«A lo largo de mi vida he tenido varias adicciones, y una de las principales ha sido al humor. Me ha salvado de grandes catástrofes. Esto, unido a una cierta socarronería y mala uva propias de mí, me movieron a hacer esos comentarios en el programa. Hasta que vi que le hacían gracia a la gente, y pensé: pues voy a decir una chorrada siempre que pueda. Pero siempre son espontáneas. En 12 años que llevo haciendo entradillas, nunca he dedicado más de cinco minutos a pensar qué voy a decir. La prueba es que algunas son una sandez enorme».

Sus grandes éxitos

Aunque pudiera parecer una provocación barata, la relación con el público siempre era cariñosa y cómplice, haciendo que ‘Días de cine’ no solo significara aprender y sentir la misma pasión por el cine que mostraba su equipo, sino que se percibiera como un club de humor exquisito en donde la ironía siempre tenía un poco de mensaje a los que reman en contra de la cultura. Muchas de sus ocurrencias han pasado al imaginario popular, y algunas de sus frases siguen siendo reproducidas en compilaciones online y respuestas de vídeo en redes sociales.

Estas son algunas de ellas:

  • «Sed buenos, y si por lo que fuera no podéis, seguid siendo malos, la diferencia es mínima».

  • «Llega el momento de la publicidad, disfrutad del cine si podéis. Si no, también tenéis la música, la literatura o incluso la historia, a no ser que queráis ser presidente del Gobierno».

  • «Hasta el próximo programa. No sabemos ni qué día ni a qué hora nos pondrán, de modo que estén atentos».

  • «Vamos a una pausa publicitaria, que será tan corta como el sueldo del presentador».

  • «Para ir al cine con esta cartelera hay que tener coeficiente intelectual negativo».

  • «Durante la pausa publicitaria, rezaré con la esperanza de que ninguno de sus hijos se haya presentado al casting de Operación Triunfo».

  • «Llegó la pausa. Refugiaros entre los seres queridos y mirad este aparato, la televisión, sea del precio que sea, con recelo y cierta desconfianza. Por él pueden surgir ataques frontales contra la razón y el buen gusto».

  • «Se estrena estos días la película ‘El último samurai’, protagonizada por el ex-marido de Nicole Kidman, único dato destacable de este actor llamado Tom Cruise»

  • «Cuando vuelvan de la publicidad me habré desnudado y me tiraré al mar (en Cannes. A la vuelta de la publicidad continuó): «Era un patético intento por mantener la audiencia…».

  • «Y llegamos a la pausa en este programa del que tan orgullosos nos sentimos. No así de algunas compañeras de la 7ª planta de Torrespaña que fuman saltándose la norma que tanto nos beneficia a todos».

  • «Buenas noches a todos. Pero antes de despedirnos, un consejo: no os droguéis, porque la ingesta de estas sustancias puede producir efectos indeseados. Un amigo mío se tomó el otro día cierta pastilla y creyó ver a George Bush leyendo un libro».

  • «Lo mejor del festival de San Sebastián, mi acompañante, aunque por desgracia esté enamorada de otro».

  • «Llegó la pausa. Tomaos con filosofía y paciencia las pasiones futbolísticas, sexuales y políticas. Las primeras, porque se trata de un juego; las segundas, porque suelen ser efímeras; y las terceras, las políticas, porque el oscuro objeto del deseo suele ser un mentecato».

  • «Y ahora, si nos perdonan, vamos a hablar de cine español».

  • «Sé que aguantarán a estas altas horas de la noche el momento de publicidad ya que al regreso tenemos un especial del salón del cine erótico de Barcelona…»

  • «Consejos para entretenerse durante los anuncios: “Llamar a la mujer de un amigo para pedirle sexo” o “aprovechar el tiempo en perderlo, una de las mejores maneras de aprovecharlo, muy indicada contra el estrés y la ansiedad laboral».

  • «Jeunet es el director de ese engendro, película para algunos (estaban equivocados), ladrillo para otros (estábamos en lo cierto) que fue Amélie».

  • «Ahora pueden ustedes hacer un montón de cosas aprovechando los interminables minutos de publicidad».

  • «Les deseo que pasen una buena semana, sea lo que sea lo que hayan decidido hacer, incluso si es de Nazareno auto flagelante».

  • «Soy consciente que a la hora de emisión de mi programa sólo puede ser visto por un puñado de politoxicómanos insomnes».

  • «Llego la hora de la pausa. Espero que puedan contener durante unos minutos los impulsos sexuales de vuestras parejas. Si no puede ser, no puede ser… en cualquier caso volveremos después de la publicidad con el sector más casto de la audiencia».