Hay en la premisa de algunas ficciones de aventuras decimonónicas un aspecto que hacen que resulten ligeramente pintorescas aun estando más que familiarizados con la obra. Es el caso de ‘La vuelta al mundo en 80 días’, cuya nueva adaptación televisiva llega hoy a Movistar Plus+ con David Tennant a la cabeza.
Quiero decir, ya el hecho de que el protagonista y sus presuntos colegas/amigos pasen las horas laborales en un club de caballeros que la última vez que trabajaron (si acaso) fue por equivocación, hace que veamos fascinados la consabida apuesta que da inicio a la aventura.
Una reinterpretación de la novela de Verne
Basada en la obra de Julio Verne, Ashley Pharoah aborda la escritura de esta serie de ocho episodios (renovada por una temporada 2, por cierto) consciente tanto de las circunstancias del libro original como de los tiempos que corren y propone una reinterpretación bastante interesante, por lo menos a mi juicio.
Por un lado, Pharoah pega un lavado a los protagonistas e introduce cambios sustanciales. Aun siendo muy inteligente, hay cierta ingenuidad (y falta de calle) en el Fogg de David Tennant que carece el literario. Un Fogg que a ratos recuerda demasiado al Doctor.
Pero es en los compañeros de aventura donde más cambio podemos ver. El Passepartout de Ibrahim Koma tiene un pasado ligeramente más complicado y sin resolver en Francia; y Fix ahora es una intrépida periodista (interpretada por Leonie Benesch) en busca de validación que resulta ser más resolutiva que sus compañeros de viaje.
Así el guion se preocupa no tanto por las vicisitudes y contratiempos de esta odisea alrededor del mundo que por los motivos que llegan a estos tres desconocidos a juntarse e intentar lograr la hazaña. ¿Es solo salir de la zona de confort?, ¿qué necesitan demostrar?, ¿qué hay bajo la superficie de Fogg, Fix y Passepartout?
Todo esto se explora mientras, episodio a episodio, vamos saltando de lugar en lugar gracias a la efectiva dirección de Steve Barron, que refuerza el espíritu no tanto de aventura sino de evasión de la propuesta. Quizás donde falla más es en el diseño de producción, que se queda algo corto en según que secuencias.
En líneas generales, ‘La vuelta al mundo en 80 días’ es bastante refrescante en una televisión en la que este género no se prodiga. Un fabuloso pasatiempo de aventuras apto para toda la familia.