Europa
ha
emprendido
una
batalla
por
la
soberanía
digital:
la
Unión
Europea
tiene
su
propio ‘pajarporte’,
un
proyecto
que
tomará
forma
en
una
aplicación
de
código
abierto
para
que
los
ciudadanos
puedan
verificar
su
edad
en
Internet
de
forma
segura
y
privada.
Esta
herramienta «made
in
Europe»
para
no
depender
de
terceros
tiene
un
detalle
técnico
que
ha
desatado
cierta
polémica
y
pone
de
manifiesto
una
contradicción
en
la
estrategia
europea:
depende
demasiado
de
Google.
Una
buena
idea.
La
UE
tomó
una
decisión:
hacer
Open
Source
su
app
de
verificación
de
edad.
El
objetivo
es
excelente,
tener
una
herramienta
europea,
privada
y
segura
que
nos
libere
de
depender
de
empresas
de
terceros
para
una
tarea
tan
sensible.
El
pecado.
El
problema
nace
de
una
decisión
técnica,
como
veníamos
comentando:
los
planes
actuales
de
la
app
incluyen
el
uso
obligatorio
de
la
API
Play
Integrity
de
Google.
Esta
API
es,
en
esencia,
el «guardian»
de
Google,
un
servicio
de
certificación
que
comprueba
si
un
dispositivo
está
verificado
por
la
compañía.
Es
decir,
sin
root,
con
el
bootloader
bloqueado
y
con
software
oficial.
Lo
cierto
es
que
las
ROMs
y
el ‘cacharreo’
están
de
capa
caída
en
los
últimos
años,
pero
es
una
decisión
sorprendente
dada
la
naturaleza
Open
Source
de
la
propia
iniciativa.
Tampoco
tenemos
buenas
noticias
recientes
por
parte
de
los
fabricantes
en
relación
a
la
apertura
del
gestor
de
arranque:
ayer
mismo
conocíamos
que
Samsung
lo
está
bloqueando
con
One
UI
8.
El
resultado.
Un
Android
que
no
sea
el
oficial
y
venga
licenciado
por
Google
se
queda
fuera
de
la
ecuación.
¿Por
qué
es
importante?
Hay
dispositivos
que
no
cuentan
con
la
API:
Huawei
por
poner
un
ejemplo,
debió
desligarse
del
Android
de
Google
(ahora
ejecuta
HarmonyOS
Next
en
su
país
natal
y
EMUI
sin
Google
en
las
versiones
internacionales).
Tampoco
será
compatible
la
app
europea
con
el
ecosistema
AOSP
(versión
libre
de
Android).
Por
tanto,
los
usuarios
con
sistemas
como
/e/
OS
o
GrapheneOS
no
podrán
utilizarla,
a
menos
que
esto
cambie
en
un
futuro.
La
comunidad
responde.
La
reacción
por
parte
de
desarrolladores
y
activistas
no
se
ha
hecho
esperar
demasiado.
La
plataforma
de
derechos
digitales
Xnet
lo
resume
a
la
perfección: «no
se
podrá
usar
con
GrapheneOS,
LineageOS…,
incluso
más
seguros
que
los
certificados
por
Google».
El
argumento
de
fondo,
repetido
en
hilos
de
GitHub
y
Reddit,
es
que
la
UE
está
socavando
su
propia
meta
de
soberanía
digital
al
supeditarse
a
las
reglas
de
una
Big
Tech
estadounidense.

Es
posible
sin
Google.
Como
también
señala
la
comunidad,
es
que
esta
dependencia
no
es
tan
necesaria.
Existen
alternativas
como
Yivi,
una
app
de
verificación
de
edad
holandesa,
que
funciona
sin
la
API
de
Google
y
que
está
disponible
en
F-Droid,
la
tienda
de
apps
Open
Source
por
excelencia
en
Android.
Este
caso
refleja
un
debate
del
presente
y
también
futuro
para
Android.
La
decisión
de
la
UE,
aunque
busca
la
seguridad,
legitima
el
modelo
de
Google
de
un
ecosistema
controlado,
en
detrimento
de
la
filosofía
abierta
del
Open
Source
y
AOSP.
Algunos
en
Reddit
bromean
con
el
asunto: «Solo
puedes
ser
ciudadano
de
pleno
derecho
de
la
UE
si
aceptas
los
Términos
de
servicio
de
Google.»
Imagen
de
portada
|
PxHere
y
Xataka
Android
En
Xataka
Android
|
La
etiqueta
energética
para
móviles
llega
con
una
gráfica
por
colores
que
atrapa
la
mirada.
En
qué
realmente
debemos
fijarnos