Otro día de furia pasó alrededor de esta final de superclásico que es récord, porque nunca duró tanto un duelo de este tipo en el mundo. Desde que se supo que se iban a enfrentar, desde que se jugó el primer chico (2-2), ahora que se suspendió dos veces la revancha y con el suspenso y la polémica de cara a la definición. ¿Se define por escritorio o en la cancha, como exigió este lunes Alejandro Domínguez, presidente de Conmebol. Más allá de lo que resuelva el Tribunal integrado por cuatro personas, el número uno volvió a marcar territorio a horas de la cumbre en Luque. Porque este martes, Domínguez se juntará con Rodolfo D’Onofrio y Daniel Angelici en la sede de la Conmebol para seguir adelante en medio de este lío. Y también estará Chiqui Tapia, presidente de la AFA.
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Y ahí se verán todos los presidentes, en un momento álgido. Después de que D’Onofrio dijera que era una “traición” lo de Boca, porque en un principio su colega se había comprometido a jugar el partido y después, por presión de sus jugadores, de otros dirigentes y de hinchas, decidió reclamar en Conmebol. ¿Qué quiere Boca? Va por todo, pretende que le den ganada la Copa, considerando que su equipo fue atacado en un área que era responsabilidad de River. ¿Qué quiere River, que mientras se prepara para la semi de Copa Argentina con Gimnasia? Jugar la revancha en su cancha y con gente, considerando que hubo serias fallas organizativas del operativo (de hecho renunció Martín Ocampo, a cargo de la Seguridad de la Ciudad), esperando una sanción económica nada más, entre el abanico disponible que hay en el artículo 18; para la defensa, este caso es muy distinto al del gas pimienta en la Bombonera, que fue en el entretiempo, en una tribuna y con un socio como gran protagonista.
Mientras tanto, la Unidad Disciplinaria de la Conmebol comunicó en la madrugada de este martes que se «ha abierto un proceso disciplinario de oficio contra el Club Atlético River Plate, por incidentes ocurridos el día 24 de noviembre del 2018, fecha en que estaba programado el partido final de vuelta de la CONMEBOL Libertadores 2018». En realidad, se trata de un proceso formal luego de la presentación de Boca. «El club ha sido notificado y tiene un plazo de 24 horas a partir de la notificación para formular sus alegatos y presentar las pruebas que en su defensa estime convenientes».
El mensaje de la Conmebol sobre la Unidad Disciplinaria.
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El mensaje desde Boca es inflexible con respecto a que den por terminada la serie, ganar la Copa y así jugar el Mundial de Clubes: para ellos es similar al caso del gas pimienta de 2015, con agresión a jugadores en un sector que es responsabilidad del club. Aunque muchos por lo bajo creen que difícilmente le den por ganador el partido. ¿Y entonces? Hay que ser un genio de la magia para anticipar qué haría el presidente del club ante esa situación, si apelaría, si Boca jugaría… Por ahora, la pelea y ahí estará Angelici para la batalla de Paraguay, donde Domínguez citó a los dos presidentes.
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El sábado Angelici agradeció el apoyo de River para la primera postergación, y al día siguiente reconoció que su cambio de postura había sido por cuestiones internas y por lo que le pedía la gente, que colgó una bandera este lunes en el club. Y D’Onofrio se encendió, hablando de sorpresa y traición. En la reunión de este martes, más allá de lo que defina el Tribunal, seguramente se fijará la fecha y el horario de la revancha.
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Sigue la rosca, los testimonios, las pruebas, las acusaciones, los argumentos. Ahora será en Paraguay, con Domínguez de local. El ya dijo que se tiene que jugar…
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