La película definitiva para las fiestas navideñas se hizo hace 30 años: ‘Los teleñecos en Cuento de Navidad’

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La primera película de la compañía de Jim Henson tras la desaparición del maestro titiritero va dedicada al creador de este mundo de fantasía y felpa. El primer ingrediente emocional de ‘Los teleñecos en Cuento de Navidad‘ no puede ser más importante. La película, dirigida por su hijo Brian Henson, posiblemente sea la mejor adaptación del cuento de Charles Dickens y también la mejor película de los personajes. Con permiso de James Bobin.

Los fantasmas atacan al jefe

Tras la triste desaparición del creador de la compañía, su legado continuaba bajo la dirección de su hijo Brian Henson y sus hijas Cheryl y Lisa. Con más ganas de seguir adelante que nunca, los Muppets se apoderaron del espíritu navideño del famoso cuento de Charles Dickens, adaptado infinidad de veces en cine y televisión, y crearon una verdadera obra maestra que trasciende al subgénero navideño. El gran Gonzo (Dave Goelz, fiel al personaje desde los inicios) se encarga de dar vida a Charles Dickens, contando de manera fiel, cercana y entre golpes esta historia universal y fantasmal que invita a celebrar la Navidad de la forma más generosa posible.

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Pero no todo es humor de marioneta. La película navideña de los teleñecos tiene en Michael Caine uno de los grandes secretos de su éxito. El genial astro británico compone un Ebenezer Scrooge de altísimo nivel, disfrutando de cada sílaba y de cada situación pasada, presente y futura, mostrando una evolución creíble y siempre brillante. Se lo pasa mejor que nadie antes y después del cambio.

gonzo

gonzo

Aunque suene raro, en realidad los Muppets habían sido creados para dar al mundo esta versión del cuento navideño. En sus gags y canciones, con música de Paul Williams, el veterano guionista Jerry Juhl inyecta una atmósfera triste y oscura, logrando como resultado la película más adulta de los personajes. Tan oscura se sitió en su momento que incluso Disney cortó algunos momentos considerados demasiado deprimentes. Las apariciones de los Marley, antiguos socios de Scrooge, así como la presencia del espíritu de las Navidades futuras tienen una atmósfera lúgubre pocas veces vistas en una película de los Muppets. Además, la silla vacía del pequeño Tiny Tim recuerda con emoción el gran vacío dejado por la prematura salida de Henson.

Una película perfecta

El homenaje es constante y el trabajo de cada artista en el trabajo exuda un deseo de celebrar con inmenso respeto el legado de Henson, pero también el paso a una nueva era. La técnica de la animación de las marionetas es tan rompedor que vista hoy sigue siendo impecable. A nivel interpretativo (y en su versión original), Steve Whitmire, otro veterano del equipo del show original, asume con humildad el papel de Kermit. Las interacciones con actores de carne y hueso son mucho más frecuentes de lo que venía siendo habitual.

caine

caine

‘Los teleñecos en cuento de Navidad’ es una adaptación fiel al texto de Dickens y al mismo tiempo una película 100% «Muppet», un espectáculo ideal para que los más pequeños descubran este cuento clásico en las mejores condiciones. Seremos nosotros los que nos rendiremos ante la técnica y la carga emotiva de la película.

Los espíritus de las Navidades pasadas, presentes y futuras desfilan con un aspecto rompedor (el del futuro es simplemente prodigioso) para mostrar al protagonista el alcance de su crueldad. Ya sea como hada translúcida, gigante alegre o misteriosa figura encapuchada muy parecida a la Parca, forman un trío de entidades fantásticas impresionantes que cumplen con creces los criterios y valores que buscan transmitir. La ingenua alegría de los Muppets contrasta de manera radical con la frialdad del odioso Scrooge, pero es que con esos contrastes se forjan las leyendas.

Future

Future

‘Los teleñecos en cuento de Navidad’ es la mejor película posible para esta semana del año, un título que con casi 30 años a sus espaldas se muetra más fresco, clarividente y sincero que cualquier otra aproximación a la obra por mucho que venga firmada por Robert Zemeckis. La emoción que supone apreciar el cuidado y los valores de producción y humanos de esta película clave en la compañía está a la altura de las circunstancias. Bastante por encima de ellas, de hecho.