El cine se considera el séptimo arte y de alguna manera, siempre fue un motivo de admiración por parte de la sociedad. Las películas no solamente son un entretenimiento sino que son un motivo de reunión, una especie de ritual en donde se genera un encuentro familiar. Hoy en día es algo que sigue ocurriendo pero quizás de una manera diferente de como pasaba antes.
En la actualidad, cientos de películas aparecen en los catálogos de las más populares plataformas de streaming, como por ejemplo: Netflix, Amazon Prime Video, Disney Plus, HBO, entre otras. Si la película no te convence, se puede cambiar y escoger otra, pero antes, eso no ocurría.
Hace algunos años atrás, las personas alquilaban los films en video cassettes y Dvds. Llevaba tiempo elegir la película que se iba a alquilar y debía haber consenso con la familia. En este sentido, los lugares en donde se alquilaban los títulos del cine eran los videoclubes, sitios que todavía siguen existiendo a pesar de la irrupción de las nuevas tecnologías.
En nuestra ciudad, todavía hay videoclubes en funcionamiento, uno de ellos es el «Video Club San Francisco», el cual es el primero de la localidad. El negocio es conducido por Alberto Bertotti, quien es un gran cinéfilo. En este marco, desde Radio Estación 102.5, dialogamos con él sobre el funcionamiento del lugar, las dificultades que conllevan las plataformas de streaming y la historia del comercio.
Los inicios
«Un amigo me habló para poner un videoclub llamado «Primera Fila», ahí empezamos, los inicios fueron difíciles porque abrir una cuenta en los sellos era complicado, luego me separé pero antes de separarnos compramos el Videoclub San Francisco y después yo me quede con este negocio», destacó.
En 1989, Videoclub San Francisco funcionaba en Juan B. Justo y Salta. Luego el lugar fue trasladado a calle Jonas Salk y Salta.
Con respecto a lo que significa el videoclub para su vida, Alberto expresó: «Trabajó en el Videoclub San Francisco desde finales de los 80, el videoclub es mi vida, lo amo, le pongo todo lo que puedo para poder salir adelante en este momento que es muy difícil».
El amor por el cine
Alberto es un gran fanático del cine y es una pasión que viene desde pequeño. En este sentido, explicó: «El cine fue algo que siempre me apasionó desde chico, el mayor entretenimiento era ir al cine, en ese momento había cinco cines en San Francisco y siempre había estrenos».
Las más alquiladas
Titanic (1997)
Bertotti detalló que «Titanic» fue la película que más se alquiló en su videoclub. «Fue una película que teníamos como 13 películas en stock, la miraban todo el mundo, desde las personas que les gustaban el genero de acción, hasta las personas que preferían el romanticismo, fue algo increíble», manifestó.
La trama, una epopeya romántica, relata la relación de Jack Dawson y Rose DeWitt Bukater, dos jóvenes que se conocen y se enamoran a bordo del transatlántico RMS Titanic en su viaje inaugural desde Southampton (Inglaterra) a Nueva York (EE. UU.) en abril de 1912.
Cinema Paradiso (1988)
«Fue una película muy buena, la cual también fue muy llevada por la gente», agregó Bertotti. Es una película italiana dramática estrenada en 1988, ganadora del Óscar a mejor película de habla no inglesa. Con guión y dirección de Giuseppe Tornatore, este drama constituye un retrato sentimental de la Italia de la posguerra y una declaración de amor al cine.
El guardaespaldas (1992)
El guardaespaldas, Frank Farmer (Kevin Costner) fue agente del Servicio Secreto de los Estados Unidos y en una época protegió a presidentes norteamericanos como Ronald Reagan. Durante el atentado contra el presidente Reagan, Frank no estaba en sus funciones debido a la muerte de su madre. Como consecuencia, Frank quedó con remordimientos por no haber sido capaz de impedir el ataque y decidió dejar el Servicio Secreto convirtiéndose en un guardaespaldas a sueldo. Devaney (Bill Cobbs) lo contrata para proteger a la actriz y cantante Rachel Marron (Whitney Houston). Ella está recibiendo amenazas de muerte por parte de un asesino anónimo.
La llegada de Netflix
«Indudablemente que las plataformas de streaming nos han afectado a nosotros, el videoclub no va a ser nunca lo que fue, es algo innegable. Creo que se va a seguir trabajando pero el mayor problema para el video es que el cine no está editando películas, no hay películas en estos momentos, los grandes sellos no tienen margen para exhibir las películas», remarcó.
A su vez, Bertotti indicó que todavía hay algunos viejos clientes que siguen yendo al lugar. «Se sigue teniendo algunos viejos clientes, me quedan algunos, no muchos, pero ahora son gente más nueva la que vienen al lugar», finalizó.
