Como padres, además de cuidar a nuestros hijos una de nuestras principales responsabilidades es también educarles y enseñarles a actuar correctamente. Anteriormente hemos comentado que los castigos no funcionan, ya que es mejor enseñar a los niños por qué deben o no hacer ciertas cosas.
Otra alternativa que podemos utilizar para estas situaciones, es la solución que tuvo una madre: hacerle a su hijo una “esquina de la calma”, una opción sencilla y positiva para manejar esos momentos en los que sus emociones son más fuertes que ellos.
Maarte Mami es el nombre de usuario en TikTok de la madre que ha compartido esta solución, que rápidamente se volvió viral y que muchos padres han aplaudido por ser una forma práctica y respetuosa de manejar los berrinches, además de ser fácil de replicar en casa.
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A través de un corto vídeo, ella comparte ese pequeño rincón que designó en el salón de su casa y que llama “la esquina de la calma”, donde también acompaña a su hijo mientras el pequeño vuelve a calmarse, gracias al espacio especial creado para esos momentos.
En él, su hijo puede sentarse acompañado de diversos elementos que le ayudarán a calmarse y regular sus emociones cuando sea necesario: almohadones, muñecos de peluche y algunos carteles e infografías con técnicas que le ayuden a reflexionar, identificar y gestionar lo que siente, a través de una experiencia positiva y sensorial.
El tiempo fuera positivo
La solución de esta madre no es exactamente algo nuevo ni desconocido. Dentro de la crianza respetuosa, este tipo de medida se conoce como tiempo fuera positivo, que contrario al “tiempo fuera” en donde se aleja al niño, le acompaña en un momento donde sus emociones pueden ser desbordantes para él.
Además, este tipo de espacios son muy positivos para los niños, pues como comentábamos hace algunas semanas con ayuda de una psicóloga, tener rincones propios a los que los niños puedan acudir cuando necesitan un tiempo a solas, les ayuda a conocerse mejor y gestionar mejor sus emociones.
Es importante recordar que el rincón de la calma nunca debe usarse como castigo, ni obligar al niño a acudir a él. Además, mientras el niño permanezca en este espacio de forma voluntaria, no criticaremos, juzgaremos ni hablaremos del problema en cuestión.
Vía | Motherly
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