Esta fruta tropical se ha convertido en los últimos años en la estrella de la cocina plant based por su sabor parecido a la carne.
El jackfruit, aunque también hay quienes lo conocen como yaca o panapén, proviene de Asia y ¡puede llegar a pesar hasta cuarenta kilos! Mucho más grande que un huevo de avestruz, sorprende por su tamaño pero además por la cantidad de proteína que tiene y la consistencia de la propia fruta.
Tal es el caso que se considera una alternativa para aquellas personas que llevan una alimentación vegana o vegetariana o aquellos que buscan experimentar en la cocina y prescindir de la carne en algunas recetas.
La fruta del Artocarpus heterophyllus, como se conoce científicamente, crece en las áreas tropicales del sudeste asiático como también en Brasil y en África. Se trata de un árbol de 20 metros capaz de producir unos ciento cincuenta frutos al año.
El jackfruit llama la atención por su piel rugosa repleta de pequeñas jorobas de color verde-amarillo. Sin dudas, de esta fruta hay que aprovechar todas las partes: tanto su pulpa, bien carnosa y amarilla y las múltiples semillas que guarda en su interior.
Su valor nutritivo es alto. Se destaca por su aporte de proteínas en la pulpa y en las semillas que además son ricas en hierro y potasio. Pero este no es su único valor, cada 100 g de fruta se cubre la dosis diaria de fibra recomendada. Además de agua, tiene poca cantidad de grasa y una porción de almidón y azúcar según el grado de madurez.
¿Es la nueva carne vegana?
Aclamada como la carne-no-carne de los comensales vegetarianos y veganos, tiene un sabor bastante neutro y suave cuando está joven o inmadura, por lo que absorbe la sazón de cualquier salsa o condimento con el que se lo combine. A diferencia de cuándo está en su punto de madurez, cuando se convierte en una dulce golosina similar al plátano y la piña.
De consistencia fibrosa, funciona especialmente bien con salsa barbacoa y todos los sabores picantes. Se desmenuza y cuando se condimenta logra un aspecto y un sabor que recuerda a la carne deshilachada, como el famoso pulled pork de Estados Unidos. Es como carne de cerdo…. Pero sin cerdo.
Actualmente, se está volviendo muy popular en los restaurantes ya que utilizan esta fruta para rellenar los tacos o baos u otras elaboraciones que se preparan tradicionalmente con carne.
Complementa a la perfección los arroces y aporta consistencia cárnica a los salteados vegetales y/o estofados. ¡Esta fruta se adapta a todos los platos que te imagines! Hasta para los postres; los bulbos, bien dulces, se consumen en crudo y junto a la leche de coco logran un helado delicioso y natural.
En el mercado, la disponibilidad es baja por el momento y encontrar un ejemplo fresco de jackfruit en las tiendas y/o fruterías de barrio es una misión casi imposible. Mucho mejor comprarlo en lata en salmuera o almíbar, o deshidratado en chips en las tiendas especializadas o asiáticas. Un ejemplo de ellas es Vegetalia que lo comercializa en conserva por 500 g con agua, sal marina y zumo de lima.
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En el universo de las carnes vegetales, hay un nuevo protagonista que pisa fuerte. Y no es ni tofú ni seitán, es una fruta y se llama jackfruit.
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