La definición del lujo cambia de acuerdo a quienes tienen formas diferentes de ver la vida, y para Roger Federer, en definitiva, es el poseer piezas únicas que nadie más puede tener, específicamente obras de relojería únicas en su tipo que rara vez se han visto a la venta, como lo es un extraño Rolex que nunca se ha visto públicamente en los catálogos de la marca, pero que, sin duda, es una joya de la relojería.
En días pasados, el tenista se dejó ver en la Laver Cup de San Francisco como uno de los invitados especiales de la gala de premios, sin embargo, el trofeo y el ganador quedaron en segundo plano cuando vimos en la muñeca de Federer el Rolex Cosmograph Daytona 126599TSA, una pieza en oro blanco de 40 mm con bisel de zafiros azules, caja con diamantes y una esfera oscura que muchos consideraban un mito, pero que ahora podemos afirmar que existe, y es increíble.
Lo que hace rara a esta pieza es que no aparece en el catálogo oficial de la marca. Rolex practica desde hace años una política no escrita: además de sus modelos de catálogo (esos que cualquier mortal puede ver en la web), fabrica piezas únicas de alta joyería que solo quedan disponibles para clientes VIP, embajadores de la marca o coleccionistas con acceso directo.
Estas versiones suelen llevar gemas trabajadas a medida, combinaciones de materiales poco comunes o acabados exclusivos, y Rolex las gestiona de forma muy discreta para preservar su rareza y su valor como marca.
Federer, como embajador histórico de Rolex, tiene acceso privilegiado a piezas muy raras y a encargos especiales: no es raro que los embajadores reciban o prueben relojes que nunca se comercializan masivamente.
Aunque no se sabe su precio con exactitud, en algunas páginas como Wrist Aficionado esta pieza llega a estar listada hasta en millón y medio de dólares, sin embargo no es el único reloj fuera del catálogo que hemos visto en manos de un afortunado: anteriormente en el US Open el basquetbolista CC Sabathia lució una edición especial llamada ‘Giraffe’ con una compleja combinación de engaste de gemas y una combinación de diamantes talla baguette, con un precio de más de 300.000 euros.
Sin duda alguna, el ser considerado ‘amigo de la marca’ conlleva algo más que un jugoso contrato económico: también incluye el derecho a lucir piezas únicas con los que muchos coleccionistas y aficionados apenas sueñan.
Fotos de Rafael Nadal | Wrist Aficionado
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