Gusto a hazaña para el Ciruja

Por Lisandro Comas

Hay partidos que marcan una campaña. Bisagras. Y sea cual sea el final de la historia, lo que sucedió anoche en Paraná lo recordarán Patronato y San Martín. Repartieron puntos, sí, pero para uno puede ser un punto de partida para ilusionarse con salir de la zona roja y para el otro un golpe anímico de ésos que te marcan que la cosa va camino a un final nada feliz. Mucho más con todo los condimentos que hubo: un arbitraje malísimo, lleno de polémicas, una diferencia de tres goles en el primer tiempo y una remontada memorable del Ciruja.

Porque al Patrón le sirvieron la noche en bandeja. Se puso en ventaja con un cabezazo de Barceló y luego el árbitro Llobet le regaló dos penales insólitos. Con el 3-0 parecía encaminar un triunfo clave por el descenso. Pero en el ST el Santo salió a comérselo, al golpe por golpe, y lo noqueó. El juez compensó y cobró un tercer penal increíble por una mano de Bravo que no existió y con el tanto de Bieler comenzó la remontada tucumana. El local nunca pudo poner el encuentro en el freezer ni tampoco darle la piña de gracia a su rival, que cada minuto lo puso más contra las cuerdas. Con un bombazo de Tino Costa que se clavó en un ángulo los de Coyette quedaron a tiro y, en el final, Pons metió el 3-3 definitivo. El Ciruja alimentó el ego. Y en Paraná son un manojo de inseguridades.

Paraná (corresponsal).

Llobet, en su segundo partido en Primera, cometió tres errores graves al sancionar penal (José Almeida).

Llobet, en su segundo partido en Primera, cometió tres errores graves al sancionar penal (José Almeida).

Debajo, los videos del partido

​Debajo, el penal del 2 a 0, el piletazo de Vera es alevoso