El ex básquetbolista del Club Atlético San Isidro, Gastón Giuliano, conversó con Radio Estación 102.5 acerca de sus comienzos en el deporte y qué recuerda de su paso por el equipo de “Los Halcones Rojos”.
Sus inicios en el mundo del básquet comenzaron cuando el tenía 5 años y fue a probar cómo era el deporte en el Club El Ceibo, hasta que a los 12 empezó a jugar en el Club Atlético San Isidro. “Mi primer entrenador fue Aldo Manzotti, me gustó enseguida y les dije a mis papás que era lo que quería hacer”.
Recordando su paso por el equipo de “Los Halcones Rojos”, Gastón comentó que fue desde 2009 hasta 2012 aproximadamente, periodo en el que estuvieron dirigidos por “Pirincho” Beltrán. “Eran entrenamientos muy duros, había grandes jugadores en ese momento, pero “Pirincho” siempre nos dio el lugar para demostrar lo que sabíamos”, agregó.
En ese sentido, remarcó que San Isidro fue su lugar de mayor aprendizaje porque pudo crecer en el deporte y que dio el salto para formarse profesionalmente. “Se aprende de los viajes, de los entrenamientos, del contacto con el otro, del día a día y esas son cosas que se viven una sola vez”, expresó el básquetbolista.
Haciendo mención a los viajes que hacían con el equipo, Giuliano manifestó que, al principio, era todo nuevo y que con el tiempo se convirtieron en una rutina por la cantidad de veces que se trasladaban a otra ciudad para jugar los campeonatos. “Siempre recibíamos consejos de los más grandes, “Pirincho” nos formaba para llegar a lo más alto y poder dar todo en la cancha”, señaló.
Siguiendo en esa línea, el deportista dijo que el viaje que más recuerda es el de Trelew por la instancia en la que se encontraba San Isidro y el duro rival que debieron enfrentar en esa oportunidad. Y añadió: “No jugué todos los partidos, pero si me acuerdo de todo; lamentablemente no llegamos a la semifinal porque tuvimos mala suerte también y volvimos con las manos vacías”.
Sin embargo, recalcó el papel del entrenador en ese momento y cerró: “Nunca recibimos malos comentarios de “Pirincho”, el nos siguió apoyando pese a que las cosas no se habían dado como queríamos y eso es lo que más valorábamos de él”.
