En cuestión de días, todos los niños españoles ya habrán regresado a las aulas y la rutina volverá a instaurarse en todos los hogares. Aunque son muchas las familias que prefieren la tranquilidad que aporta el orden y la rutina a su vida diaria, lo cierto es que para otros, el inicio del colegio supone un estrés añadido, pues deben compaginar sus horarios laborales con los del colegio, extraescolares, tutorías y demás quehaceres domésticos.
¿Cómo encontrar el equilibrio para que tanta demanda no acabe desembocando en un estrés físico y mental difícil de llevar? Hemos hablado con Ana Asensio, doctora en Neurociencia, Psicóloga especialista en la infancia y autora de Vidas en Positivo. Desde su formación y experiencia, nos ha ofrecido una serie de consejos para sacar el máximo jugo a la vuelta a la rutina y afrontar el fin de las vacaciones de manera relajada y positiva.
Acostar a los niños temprano
Según la experta, esta sería una de las primeras premisas que debemos llevar a cabo con la vuelta a la rutina. No solo porque acostar a los niños temprano les ayuda a estar bien descansados y rendir más al día siguiente en el colegio, sino porque esta rutina de sueño otorga a los padres un valioso tiempo de tranquilidad:
«Cuando los niños duermen, es importante aprovechar ese espacio para dedicárnoslo a nosotras o a la pareja: charlar sobre el día, desconectar, disfrutar del silencio, ver una película o hacer aquello que deseemos es fundamental para nuestro bienestar»
Busca tiempo para ti y para tu pareja
Cada uno debe organizarse el tiempo como mejor considere, pero es fundamental hacerlo con el objetivo de encontrar momentos para uno mismo y para la pareja, que nos permitan desconectar del día que hemos tenido; de los baches, los problemas o las situaciones de estrés.
Hay quien aprovecha cuando los niños duermen, como acabamos de mencionar, para buscar momentos de calidad con la pareja. Comunicarse, compartir las vivencias del día y disfrutar de la compañía del otro es muy importante para la salud emocional de la familia y para nosotros mismos.
Pero también debemos reservar tiempo para nosotros, y para hacer aquello que más nos guste: desde bailar o leer, hasta realizar un curso que nos apasione o una excursión que nos renueve las energías. También la práctica de ejercicio físico es una excelente forma de reconectar con nosotros mismos, al tiempo que ejercitamos nuestro cuerpo y nuestra mente:
«El cultivo intelectual y el cultivo psicológico o espiritual son muy saludables para reconectar, volver a sentir quienes somos cuando nos perdemos, recargar la batería y poder seguir dando y ofreciendo al mundo todo lo maravilloso que hay en nosotros» – nos recuerda Ana Asensio.
Pero cuidarnos y dedicarnos tiempo no siempre es suficiente para salir de la espiral de estrés y ansiedad que puede generarnos el día a día. Por eso, Ana insiste en la importancia de acudir a terapia cuando lo necesitemos, con el fin de liberarnos de la carga que llevamos encima y sanarnos:
«Despejar la mente es de obligada prescripción para todas las personas. A veces puede ayudarnos la terapia, o tener un coah o un entrenador emocional y/o deportivo. Es es muy sanador y liberador tener un espacio profesional para expresarte y expandirte. Busca tus momentos zen, espacios de paz exterior y orden para encontrar esa paz interna. Puede ayudarte cualquier cosa que te relaje, pero también puedes practicar meditación, retiros de yoga y/o mindfulness«.
Descansa de los dispositivos móviles
En la mayor parte de las ocasiones, el teléfono móvil es una herramienta de trabajo más, asociada a mails, mensajes y llamadas que pueden llegar a generarnos mucho estrés. Por eso, la doctora Asensio nos recomienda desconectar de este tipo de dispositivos cuando lleguemos a casa, para así poder relajarnos y encontrar tiempo de calidad con quienes nos rodean.
No grites, para, escucha y aprende a decir NO
En ocasiones, la vorágine del día a día, las prisas y el estrés acaban haciendo tanta mella en nosotros que pasamos por la vida gritando y sin escuchar realmente a quienes nos rodean. Por eso, la experta nos aconseja parar de vez en cuando, observar, dejar de gritar, quejarnos menos y escuchar más.
«Observar desde la tranquilidad y escuchar con los oídos bien abiertos, es una excelente manera de sintonizar con todo lo que nos rodea, de comprobar cómo está nuestro hogar y nuestra familia, y si todo está siguiendo el curso que deseamos».
«Porque tomar conciencia sobre cómo pensamos y actuamos nos orientará hacia el camino que debemos seguir, con una actitud positiva y realista que nos permita vivir el presente y adaptarnos a las circunstancias que vienen y van»
Pero tener una actitud positiva frente a la vida no significa no saber decir que NO. De hecho, Ana insiste en la importancia de saber poner límites, priorizar y ser selectivo a la hora de elegir lo que debemos hacer.
En este sentido, también debemos tomar conciencia del lenguaje que utilizamos, desterrando un lenguaje negativo o con connotaciones dañinas para nuestra autoestima (aunque no seamos conscientes de ello), por otras expresiones que nos empoderen y nos otorguen libertad. Por ejemplo: en lugar de decir «Ahora no tengo tiempo» o «no puedo hacerlo», sustituirlo por «no es mi prioridad hacerlo ahora» o «he decidido no hacerlo».
Agradece por el día que has tenido
Al finalizar el día, la experta nos aconseja hacer un ejercicio de agradecimiento por todo lo que hemos vivido durante la jornada:
«Seguro que tu día está lleno de cosas estresantes: un jefe, un informe que apremia, una queja, una discusión de pareja, una rabieta infantil… pero apuesto a que también hay muchas cosas que podemos agradecer, como por ejemplo esa canción que han puesto en la radio y que tanto nos gusta, esa serie de televisión que tanto disfruto, la comida deliciosa que he tenido con una compañera de trabajo, el whatsapp reconciliador de cariño con nuestra pareja, ese vestido que hemos fichado para nuestra próxima compra, o ese beso de tus hijos al verte por la tarde».
«El sentimiento de agradecimiento nos genera endorfinas y nos ayuda a la síntesis de serotonina, que son responsables de nuestro bienestar químico y felicidad».
Céntrate en lo positivo de la vida
Y al hilo de lo anterior, Ana nos recuerda la importancia de centrar nuestros pensamientos en lo positivo de nuestra vida, o incluso reírnos de aquellas situaciones que nos han desbordado en un momento dado.
«Si se te juntan varios imprevistos en una misma tarde, antes de fantasear con coger un avión a Cuba y marcharte sola, prueba a reírte del surrealismo de la película de tu vida en ese momento. Eso te ayudará a desdramatizar los momentos de tensión, y a entender que lo que está ocurriendo es puntual y pasará».
Centrarse en lo positivo de la vida es más fácil si estamos rodeados de gente positiva que nos ayuda. De hecho, la experta nos recuerda que hay estudios que revelan que nos contagiamos de la actitud de aquellos que nos rodean, por lo que ¡busquemos amigos con actitudes positivas frente a la vida!
Enamórate de tu vida
También muy relacionado con lo que acabamos de mencionar, destaca este importante punto. Y es que son demasiadas las veces en las que anhelaríamos tener otra vida diferente a la que llevamos, bien sea porque sentimos que los problemas nos agobian, o porque nos encontramos en una etapa de nuestra maternidad/paternidad especialmente absorbente:
Ante estos dilemas por los que todos acabamos pasando en un momento u otro, la doctora Asensio nos recomienda resintonizar y enamorarnos de nuestra vida actual, pues con la queja tendemos a pasar por alto un montón de cosas positivas que nos rodean:
«Todo pasa, porque lo bueno es que la capacidad de resiliencia del ser humano y las capacidades de adaptación y de crecer son muy grandes y nos hacen evolucionar como personas. Puede que ahora mismo tu vida te pareza un caos, e incluso una locura llena de incertidumbre; pero si te paras a pensarlo verás que rebosa amor, vida y plenitud por todos los lados y que lo que hoy te agobia, mañana pasará«
Soy la madre/el padre que quiero ser
No es ningún secreto que lo que llegamos a ver en redes sociales puede mermar mucho nuestra autoestima como padres. Sentir que no lo estamos haciendo bien porque no educamos a nuestros hijos como lo hace la influencer del momento, querer lucir siempre igual de perfecta que la madre a la que seguimos en Instagram, o pretender que nuestros hijos se comporten igual que la familia de youtubers a la que admiramos, puede acabar haciéndonos mucho daño.
Por eso, Ana nos aconseja crear nuestro propio modelo de madre o padre, pues no hay un único modelo ni perfecto.
«No es más perfecta ni mejor madre la que trabaja y gana dinero, que la que no trabaja y se dedica al hogar, ni la que va al colegio a buscar a los niños, o la que hace mil regalos y planes… Cada madre es única y debe aprender a adaptarse a sus circunstancias personales. Los niños perciben siempre el amor y la ocupación de sus madres, aún cuando no pueden estar todo el tiempo juntos físicamente».
«Si tu estilo de madre es de trabajadora, muy ocupada, pero dedicas el fin de semana o las noches a disfrutar de tu familia de manera relajada, contenta y amorosa, ¡muchas felicidades! Y si tu modelo de madre es no trabajar fuera de casa, y estar siempre con los niños disfrutando de ese momento, ¡felicidades también! Todo tiene sus ventajas. Los hijos necesitan vernos felices, eso es muy importante»
Organiza tu tiempo de manera realista
Ya hemos hablado en alguna ocasión sobre la importancia de organizar nuestro tiempo de la forma más eficaz posible para conseguir arañar unos minutos al día y dedicarlos a lo que más queremos. En este sentido, Ana nos recomienda la realización de listados diarios o semanales donde apuntar las cosas que debemos/queremos hacer:
«Debemos apuntar en nuestra agenda de actividades todo lo que deseemos o tengamos que hacer en una semana, pero sabiendo encontrar el equilibrio entre atender nuestras obligaciones, y ser felices viviendo una vida plena y de calidad
«Yo siempre recomiendo no apretar demasiado la agenda, y organizar nuestro tiempo de manera realista. Por ejemplo, es mejor dejar huecos vacíos porque sabemos que con niños siempre pueden surgir imprevistos»
Aún así, la experta nos recuerda que es imposible llegar a todo y que no debemos aspirar a la perfección:
«Es normal pasar por fases en la que sentimos que no llegamos a todo y que no logramos hacer nada bien; ni como madre, ni como pareja, ni como trabajadora, ni como amiga. Respira tranquila y prioriza, y piensa que lo que hayas conseguido hoy ya es perfecto»
Aprende a vivir con incertidumbre
Son muchas las personas a las que les gusta tenerlo todo bajo control; les hace sentir bien y les aporta seguridad. Pero la vida, y especialmente cuando nos convertimos en padres, está cargada de incertidumbre y caos, por lo que no nos queda otra que confiar y vivir el día a día de la mejor forma posible.
«La confianza hará que no pensemos más allá de si nuestro trabajo durará o no, si nuestros hijos crecerán sanos o no, si nuestra relación de pareja aguantará o no… Lo mejor es vivir el día a día y entregarse a él con el mayor amor, madurez y comprensión que puedas» – aconseja la doctora Asensio.
Además, Ana nos recuerda que la vida está plagada de pequeños retos diarios que lejos de desmotivarnos o angustiarnos, deberíamos experimentar como una nueva aventura que nos hará más fuertes y dotará de mayor sentido a nuestras vidas:
«La vida son pequeños retos diarios. Hoy, de repente, se nos rompe la nevera, la chica que nos ayuda en casa nos dice que se marcha, nuestro hijo se pone malito y nuestra pareja nos comunica que tiene que marcharse de viaje de trabajo. Pero es fundamental que afrontemos esas pequeñas vicisitudes como unos retos diarios que debemos superar y que nos harán más fuertes«
Delega o pide ayuda
Y ante estos momentos en los que la ansiedad parece devorarnos, Ana Asensio nos recuerda la importancia de aprender a delegar y pedir ayuda, especialmente en el caso de las madres, ya que es algo que suele costarnos mucho hacer:
«Recuerda que no eres una súper woman ni deberías querer serlo, porque el coste que tiene es muy elevado. Resulta asertivo, inteligente, muy útil y muy bueno para todos pedir ayuda a nuestro entorno. Si recurres a familiares, piensa que ellos estarán encantados de echarte una mano, y de participar del cuidado de tus hijos. Y si recurres a ayuda externa como a cuidadores, escuelas infantiles, extraescolares… ten por seguro que tus hijos estarán bien, y a ti te servirá para ganar tiempo y acabar esas cosas pendientes que tanto te agobian»
Retomar la rutina tras las vacaciones de verano no siempre resulta fácil, pero con estos consejos de vida esperamos que la vuelta a la normalidad sea más llevadera, y nos ayude a afrontar nuestros días con optimismo y vitalidad.
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Agradecimientos | Ana Asensio, autora de Vidas en Positivo.