El
cliente
que
va
con
un
solo
producto
en
la
mano
porque
tiene
prisa
para
comer
y
resopla
porque
el
que
va
delante
se
toma
todo
el
tiempo
del
mundo
en
comentar
el
tiempo
con
el
cajero,
una
escena
que
bien
podría
estar
dándose
en
este
momento
en
centenares
de
colas
de
supermercado.
Esta
situación,
en
la
que
todos
tienen
su
razón
de
ser,
es
lo
que
quiere
evitar
una
cadena
de
supermercados
holandesa
habilitando
una
cola
lenta
para
aquellos
que
van
con
más
tiempo
y
quieren,
a
la
hora
de
pagar,
poder
charlar
con
la
persona
que
está
en
caja
y
tomarse
su
tiempo.
Se
trata
de
una
idea
excelente
para
aquellos
que
viven
más
aislados,
necesitan
combatir
las
horas
de
soledad
o
simplemente
consideran
que
el
resto
de
la
humanidad
nos
hemos
vuelto
unos
autómatas.
La
medida
la
ha
tomado
la
cadena
de
supermercados
Jumbo,
que
ha
extendido
el
modelo
hasta
en
200
líneas
de
caja
para
satisfacer
a
esta
parte
de
la
clientela
para
la
que
comprar
también
es
un
acto
social.
Además,
en
estas
cajas
se
está
garantizado
el
trato
amable
y
cordial
que
en
muchas
ocasiones
se
ha
perdido
en
esta
especie
de
mera
transacción
económica
en
la
que
apenas
se
cruzan
las
miradas.
Estas
cajas
de
conversación,
que
se
han
bautizado
como
Kletskassa
(que
traducido
al
castellano
equivaldría
a
caja
habladora),
quieren
ayudar
a
combatir
la
soledad
en
la
sociedad,
y
permitir
un
contacto
real
entre
los
trabajadores
y
la
clientela.
Cuatro
años
de
despliegue
La
implantación
de
estas
cajas
arrancó
en
realidad
el
año
2019,
en
plena
pandemia,
pero
no
fue
hasta
un
par
de
años
después
cuando,
bajo
un
programa
específico
contra
la
soledad,
se
extendió
a
gran
parte
de
los
supermercados
de
la
compañía.
La
primera
Kletskassa
se
inauguró
en
Vlijmen,
Brabante,
dando
lugar,
según
el
supermercado,
a
muchas
reacciones
positivas
de
los
clientes.
Después,
la
empresa
consideró
que
había
llegado
el
momento
de
ampliar
aún
más
la
iniciativa.
Aparte,
la
cadena
asegura
que
al
elegir
las
tiendas,
se
presta
especial
atención
a
las
áreas
de
población
donde
la
soledad
juega
un
papel
importante
y
tiene
especial
incidencia
entre
sus
habitantes.
«Muchas
personas,
especialmente
las
personas
mayores,
a
veces
se
sienten
solas.
Como
empresa
familiar
y
cadena
de
supermercados,
estamos
en
el
corazón
de
la
sociedad.
Nuestras
tiendas
son
un
lugar
de
encuentro
importante
para
muchas
personas
y
queremos
desempeñar
un
papel
en
la
identificación
y
reducción
de
la
soledad»,
explicaba
desde
Jumbo
Colette
Cloosterman-van
Eerd.
Además,
celebraba
entonces
que
a
muchos
de
sus
cajeros
les
gustaría
sentarse
detrás
de
una
Kletskassa: «Tienen
un
corazón
cálido
para
la
iniciativa
y
quieren
ayudar
a
las
personas
a
establecer
un
contacto
real
con
ellos
debido
a
un
interés
genuino»,
agregaba.
La
empresa
remataba
asegurando
que
si
bien
este
es
un
pequeño
gesto,
se
trata
de
algo
muy
valioso, «especialmente
en
un
mundo
que
se
está
digitalizando
y
acelerando”.
Fotos
|
iMin
Technology/Pexels,
Jack
Sparrow/Pexels
y
Jumbo.