Esteban Bigliardi: «La carrera de actor es un ejemplo grotesco de la vida»

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Esteban Bigliardi protagoniza «Manual de supervivencia», la primera serie original argentina de la plataforma Movistar Play en la que interpreta a un hombre que, como también fue su caso, dejó la seguridad de la abogacía que ejerció durante años para iniciar «de grande» una carrera en la actuación.

«La carrera de actor es un ejemplo grotesco o exagerado de la vida», afirmó el intérprete a Télam, en referencia a la dura travesía que le espera a su personaje al ingresar al universo de las tablas pasados los 40 y que, con diferencias, también él mismo debió navegar.

Producida por Magma Cine y ganadora del Concurso Federal de Series del Incaa, la serie estará a disposición en la plataforma de Movistar Play desde el jueves, con un preestreno online del primer episodio mañana a las 20, en vivo por el canal de YouTube de Movistar Argentina.

Durante ocho episodios de 25 minutos, «Manual de supervivencia» sigue a Esteban, un abogado de más de 15 años de afianzada carrera en el estudio familiar que decide abandonar todo y enfocar sus esfuerzos hacia la actuación.

Con la dirección de Victoria Galardi («Cerro Bayo», «Pensé que iba a haber fiesta»), quien también coescribió el guión junto con Paula Schiselman, y un elenco de numerosas figuras de la talla de Dolores Fonzi, Pilar Gamboa, Julieta Zylberberg, Violeta Urtizberea o Verónica Llinás, la serie es una comedia dramática que retrata el duro tránsito del personaje hacia un mundo tan anhelado como desconocido.

Antes de ser una cara familiar en cine, teatro y TV, con papeles como el de un oscuro femicida en la fuerte miniserie «Morir de amor» (Telefe, 2018), Bigliardi fue abogado, vendedor, mozo y hasta guardavidas.

Télam: La historia de «Manual de supervivencia» tiene similitudes con la tuya…

Esteban Bigliardi: Sí. Cuando nos conocimos hace unos años con Victoria Galardi a ella le resultó atractiva mi historia personal. Soy abogado y dejé la profesión en su momento y más adelante empecé a hacer talleres de teatro y una carrera de actor. En base a eso empezó a tomar notas, a hacerme una suerte de entrevistas en las que yo le contaba mis experiencias en esa época. Es una ficción claramente, pero hay muchos vínculos o disparadores que tuvieron que ver con mi vida.

T: En ese sentido, ¿Se te volvió más fácil identificarte con el personaje?

EB: Sí, hay cosas puntuales que a mí no me pasaron, pero sí en lo que es el momento de quiebre. Con que la actividad que hacía, que era el derecho, no me satisfacía del todo. En eso de dejar una carrera más conservadora o más clásica y dedicarme a algo como la actuación, que es más incierto, más inasible.

T: ¿Qué dirías que aporta a tu oficio haber empezado un poco más tarde que otros?

EB: Se dio así, no es que lo haya ido programando, pero haber tenido otras experiencias, como viajar por el mundo, como pasarme años enteros viajando por Europa del Este, por Medio Oriente, por Latinoamérica. Si hubiera estado con una carrera con más compromisos no lo hubiese podido hacer. Algo de esas experiencias, y de ser abogado o guardavidas que soy también, de alguna manera colaboran para armarte. En mi caso me dan un poco más de mundo para entender ciertos personajes o encarar ciertas propuestas.

T: Un elemento que trabaja la serie es el de todo lo que rodea al oficio y que no es estrictamente lo artístico. La lucha, el remar, el ambiente. ¿Es esa la parte más complicada de ser actor?

EB: Es la más complicada y para mí la más atractiva, porque también genera un desafío que hace que tengas que estar todo el tiempo alerta. No podés ni dormirte en los laureles ni desesperarte cuando las cosas no están saliendo como uno quiere o no tenés tanto trabajo. Te templa el espíritu; la carrera de actor es como un ejemplo grotesco o exagerado de la vida, porque nunca sabés de acá a seis meses en qué vas a estar. Te obliga a ser paciente, a tener confianza en lo que estás haciendo, a esperar, a aprovechar el tiempo libre.

T: En la serie algo que Esteban va descubriendo también en ese mundo de la actuación es el ego. El propio y sobre todo el de los otros. ¿Qué tiene ese mundo que construye o alimenta el ego? ¿Cómo se lidia con ello?

EB: Es una actividad que de alguna manera potencia eso. El ego tanto para arriba como para abajo, porque tiene mucha exposición. Generalmente en otras áreas aunque la gente haga cosas increíbles no recibe tanto estímulo. Los actores somos idolatrados por la gente de una manera a veces exagerada. A eso se suma también la historia de lo difícil que es llegar a ciertos lugares y cuando se consigue genera como una euforia que puede potenciar que el ego se dispare. Pero ese es otro trabajo; así como aprender un texto a la perfección para ir al día de rodaje o preparar un personaje, creo que domar el ego es clave para no perderse.

T: ¿Hay un punto de conexión entre esa incertidumbre de la vida del actor que atraviesa a la serie que se resignifica en este contexto mundial de pandemia, en el que la incertidumbre se adueña de todos?

EB: He estado seis o siete meses sin ninguna propuesta, esperando un llamado y de alguna manera fue un entrenamiento para esto. Una de las lecciones que aprendí es que estos momentos de paréntesis e incertidumbre hay que disfrutarlos y aprovecharlos. Hay gente que está en una situación muy difícil, pero en el caso de quienes pueden aprovechar para leer, para disfrutar a la familia, para ver películas o series, puede ser un momento muy rico. El trabajo de actor te prepara a estar a la espera de que aparezca la vacuna.