Parecida a una macedonia de frutas, pero mejor, esta ensalada de fruta es el postre sano, ligero y refrescante que tus comidas de verano demandan, y la solución ideal y colorida para que toda la familia coma saludable.
Al gusto, como siempre que hacemos una ensalada, podéis elegir el tipo de fruta que más os guste, añadiendo o suprimiendo tengáis en el frutero, pero funciona de maravilla con ciertos contrapuntos que sean más ácidos o más dulces, y también con frutas que tengan cierta textura o nos den un juego diferente, ya sean frutas de verano, frutas de invierno o sea una ensalada de fruta tropical.
También es evidente pensar que esta receta queda mucho mejor cuando nos esforzamos un poquito en la presentación y en el pelado de nuestras frutas, aunque tampoco es una condición fundamental para que la receta nos guste. Además, al gusto, podríamos añadir yogurt, helado o currarnos esa presentación en una copa o en un vaso, perfecta también para el desayuno.
En este caso vamos a añadir melón, sandía, melocotón, paraguaya, manzana, fresas y naranja, pero cualquier otra fruta que tengáis a mano como pera, plátano, frambuesas, mango, piña, papaya, kiwi, albaricoque o nectarinas podrá funcionar igual de bien.
Pelamos las frutas que lo requieran y lavamos las que se quiera presentar con piel.
Cortamos las frutas de diferentes modos aprovechando sus formas de origen y las disponemos en el plato haciendo una composición colorida y combinando las diferentes formas.
Con qué acompañar la ensalada de fruta
Realmente más compañías no se necesita para esta ensalada de frutas, que actúa como postre fácil y rápido, que tener un primer y un segundo plato a la altura. Para seguir con el tono fresco, preparar algún aperitivo ligero, una crema de verduras o una sopa con verduras como primer plato y un pescado a la plancha como segundo serán suficientes para redondear el menú.
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