En la piel de Oreiro, Gilda se convirtió en película a los 20 años de su muerte

0
117

Natalia Oreiro y el personaje que soñaba con interpretar. (Foto: Habitaciòn 1520)

Natalia Oreiro y el personaje que soñaba con interpretar. (Foto: Habitaciòn 1520)

La cineasta Lorena Muñoz llevó a la pantalla grande en 2016 «Gilda, no me arrepiento de este amor», sobre la vida de la icónica cantante de música tropical, con la interpretación de Natalia Oreiro, un filme que tuvo sus altibajos y críticas dispares.

El relato recurre a la elipsis, y comienza con una toma desde la parte superior del féretro de Gilda, colocando allí la mirada del espectador en dirección a la luneta trasera, que llora lluvia, y deja entrever a quienes gritan y apoyan las palmas de sus manos, tratando de aferrarse a quien ya no podrá cantarles más sus canciones de amor, de pasión, de desengaños, de felicidad interrumpida, y que convocan, inexorablemente, al recuerdo melancólico.

La actriz y cantante compuso a Gilda hasta el ùltimo detalle. (Foto: Habitaciòn 1520)

La actriz y cantante compuso a Gilda hasta el ùltimo detalle. (Foto: Habitaciòn 1520)

«Mi sueño por interpretar a Gilda nació cuando yo era muy chica. La reversioné muchas veces en ‘Muñeca brava’, la imitaba en las bailantas. A partir de ese momento imaginé interpretarla en cine. Creo que en la vida todo llega en el momento justo, para poder comprenderla en su lugar, porque ahora tengo su misma edad y soy mamá. De la madre que sufre cuando tiene que dejar a sus hijos para ir a trabajar de noche nació la idea de una Gilda más real, más humana», le dijo Oreiro a Télam en el momento del estreno.

El cambio que Miriam estaba dispuesta a dar era impensado pero, sin embargo, ocurrió casi entre gallos y medianoche, cuando aquella maestra jardinera pura dulzura, casada con un hombre muy posesivo y con dos hijos pequeños, dio paso a la mujer que, simplemente, tuvo un rapto de lucidez implacable para hacer lo que realmente soñaba, porque lo que se no se hace en esta vida, es así de simple, no existe posibilidad alguna de hacerlo en otra.

[embedded content]

«Gilda, no me arrepiento de este amor» (2016)

Gilda, que antes de lo pensado y a pesar de tener que enfrentar no solo a su esposo sino también a la parte oscura de un negocio que prefería a mujeres exuberantes vestidas con calzas ajustadas y brillosas, con letras algo pobres, sin excepción con pobreza rítmica, manejado por empresarios turbios y de armas tomar, es según la interpretación de Muñoz una mujer que solo mostraba felicidad cuando subía a un escenario.

«Creo que Gilda es una mujer con la que todos nos identificamos, un gran símbolo de perseverancia, de lucha personal, en una sociedad machista donde dicen que deberán pasar noventa años para que las mujeres tengamos las mismas oportunidades que los hombres. Y creo que no solo me sucede a mi sino a una gran parte de la sociedad a la que todavía le cuesta creer en ella misma para que sus sueños sean posibles», dijo Oreiro.

Oreiro junto a la directora Lorena Muñoz durante el rodaje. (Foto: Habitaciòn 1520)

Oreiro junto a la directora Lorena Muñoz durante el rodaje. (Foto: Habitaciòn 1520)

Sin embargo, la cinta pecó por mostrar a una Gilda en un camino casi recto hacia la fama y con un personaje sin claroscuros, a penas algún sentimiento de culpa por su ausencia en en hogar, pero bien justificada por su deseo de triunfar y elegir su propio camino. Un tratamiento que atentó contra lo que podría haber sido una película con capaz y profundidad, pero que compensó con una gran factura técnica.

«Es un personaje muy especial -opinó la actriz uruguaya-, muy motivador, que siempre quise hacer… Sí, va a ser difícil encontrar uno que proponga tanto desafío, pero lo más lindo es que ahora la película es de la gente».