El retiro de Manu Ginóbili, después de 16 temporadas en la NBA, puso punto final a la presencia de basquetbolistas argentinos en la mejor liga del mundo. Sin embargo, la celeste y blanca tendrá su representante de traje y corbata…
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La bandera argentina será portada por Pablo Prigioni, en la mítica ciudad de Nueva York, pero cruzando el río Hudson, y con el Barclays Center como su hogar: será uno de los asistentes de Kenny Atkinson, el head coach de los Nets. ¿Querés saber qué se espera de Brooklyn para esta temporada?
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Con tan solo 28 partidos ganados, y 54 derrotas, los Nets terminaron la temporada pasada en el puesto 12° de la Conferencia Este, entre otras cosas por haber tenido que lidiar con la lesión de una de sus promesas: el ex Lakers, D’Angelo Russell. El base tratará de liderar una mejora en esta temporada, que estará apoyada en jugadores jóvenes y funcionales.
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Uno de los principales proyectos es Spencer Dinwiddie. El base de 25 años, quien podrá ser recambio de Russell o arrancar ambos como armadores titulares, fue finalista para ganar el Jugador Más Mejorado de la temporada pasada. Allí Prigioni tiene la posibilidad de orientar con toda su experiencia internacional y en la NBA para sacar lo mejor de ellos, no tanto ofensivamente, sino defensiva y disciplinariamente.
Que DeMarre Carroll recupere el nivel logrado hace un par de temporadas en Atlanta, donde fue nominado a Mejor Defensor del Año, será fundamental. Por otra parte, el aporte de Allen Crabbe desde el perímetro será una pieza clave, y contar con otro armador como Caris LeVert y la presencia en la pintura de Jarrett Allen y Keneth Faried, pueden mejorar seriamente el rendimiento de los Nets.
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De todas maneras, el principal objetivo de Prigioni será aprender de un Kenny Atkinson, quien fue asistente de Mike D’Antoni en Nueva York, Mike Budenholzer en Atlanta y entrenador de República Dominicana; y aportar su experiencia para que los armadores del equipo, probablemente el punto más fuerte de Brooklyn esta temporada, puedan explotar bajo su enseñanza y apuntar a que los Nets peleen un puesto en Playoffs, aunque parezca casi imposible.