El Lunes 24 de Abril, publicábamos el «Violento accidente moto-auto con dos lesionados graves», ocurrido en la madrugada del Sábado. Como saldo, los dos ocupantes de la moto resultaron gravemente heridos y uno de ellos, Edgar Astudillo de 18 años, sufrió las peores consecuencias, ingresando con un deterioro neurológico importante, traumatismo de cráneo, con pérdida de conocimiento, inestable hemodinámicamente y con una fractura de base de cráneo, con múltiples contusiones pulmonares.
El mismo permaneció internado en terapia intensiva casi una semana y finalmente la triste noticia que nadie quiere escuchar, es el fallecimiento de éste joven a tan corta edad.
En la pequeña ciudad de Marcos Juárez, esta fatal noticia se viene repitiendo con una constancia abrumadora. A esta lúgubre lista sin retorno, se suman los numerosos accidentados que logran recuperarse aun con secuelas que quedarán selladas en su cuerpo, de por vida.
Evidentemente las voces de alarma, que se alzan para debatir las graves falencias que a diario vivimos en las calles, no estarían erradas.