Primero tiene que rebasar los 200.000 dólares de recaudación en el mercado doméstico (está complicado: de momento solo ha llegado a la mitad de esa cifra), pero si lo consigue, la ya confirmada secuela de ‘Spider-Man: Un nuevo universo’, la mejor película de superhéroes del año, podría incluir un personaje memorable entre su reparto. Phil Lord, guionista y coproductor ha afirmado desde su cuenta de Twitter y tras la propuesta de un fan, que el Spider-Man japonés aparecería en la segunda entrega.
I will IF we cross 200 domestic. Deal everybody? https://t.co/Fu0K06hxzq
— philip lord (@philiplord) 2 de enero de 2019
Se trata de una de las variantes más zumbadas del héroe creado por Stan Lee y Steve Dikto, y que solo hace poco fue admitido por Marvel como parte del revuelto canon del héroe arácnido, gracias a su inclusión en la saga de los multiversos de Dan Slott que es la inspiración no oficial para la película de animación de Sony. Fue en el número 12 de ‘The Amazing Spider-Man’ y se trajo su mecha arácnido a cuestas. Pero no es el único Spider-Man internacional que ha plagado el multiverso más loco del personaje.
De hecho, al menos éste era una licencia oficial, por difícil que cueste de creer. Junto a él hemos tenido ocasión de presenciar otras adaptaciones piratas de Spider-Man desde los rincones más recónditos del globo, cada uno haciendo suyas las peculiaridades de los países donde nacían. Revisamos el Spider-verso internacional de Spider-Man a través de sus tronados y folclóricos residentes.
‘Supaidāman’: el Spider-Man japonés
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‘Supaidāman’ es una serie tokusatsu (amplísima categoría de las ficciones japonesas que abarcan desde las películas de Godzilla a las series tipo ‘Ultraman’ y que implican a menudo fantasía, monstruos y efectos especiales) producida nada menos que por Toei, histórica compañía japonesa creadora de series legendarias de estilo ‘Power Rangers’, como su versión oriental ‘Super Sentai’ o ‘Kamen Rider’. De hecho, de ambas tomaría elementos ‘Supaidāman’, más cercana a una serie de artes marciales y robots gigantes que de superhéroes Marvel. Disfrutó de 41 episodios que se emitieron en Japón entre 1978 y 1979, así como una película que se estrenó en 1978.
Pese a contar con una licencia oficial de Marvel, la serie se tomaba una cantidad de libertades absoluta con el personaje de los comics, con el que prácticamente solo coincidía en el uniforme. Había un robot gigante llamado Leopardon y pilotado por el héroe que combatía a las versiones gigantes de los monstruos de la serie, al estilo de lo que veríamos repetido decenas de veces en años posteriores en ‘Super Sentai’ / ‘Power Rangers’. No fueron las únicas versiones que Toei hizo de personajes Marvel: ‘Battle Fever J’ (1979-1980) se inspiró parcialmente en el Capitán América, y muy famoso es también su insólito anime basado en ‘La tumba de Drácula’.
El argumento tampoco tenía nada que ver con el Spider-Man que conocemos: aquí un joven entra en contacto con Garia, el último superviviente del planeta Spider, un mundo destruido por el Profesor Monster, que ahora está instalado en la Tierra. Para que se enfrente a él, Garia inyecta al joven con su propia sangre y le proporciona un traje que dispara redes, controla el Leopardon y le da características similares a las de una araña.
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Aunque el paso del tiempo puede tentarnos a mirar esta extraña spider-serie por encima del hombro (desde luego, con cierto desconcierto cuando menos: su frase recurrente era «Soy un emisario del infierno»), lo cierto es que no está nada mal. Sus combates son rápidos y divertidos (fueron elogiados por el mismo Stan Lee), al más puro estilo ‘Super Sentai’, y los efectos de las redes y escalada por las paredes son atrevidos y resultones (y en algún caso, con labor muy estimable de especialistas locos dando tumbos por fachadas de edificios).
Además, la idea de los robots gigantes (y su éxito posterior como juguete, lo que convertiría en habitual la idea de las series como publirreportajes de cacharros físicos) nació aquí. La serie ‘Super Sentai’, nacida en 1975 pero congelada durante la producción de ‘Supaidāman’, incorporaría con su retorno la idea de los robots como elemento de clímax, convirtiéndose en parte ya indisociable del género. ‘Supaidāman’, por tanto, causó un impacto en la cultura pop japonesa mucho mayor que la de un simple subproducto Marvel.
‘3 Dev Adam’: el Spider-Man turco
El submundo de las explotaciones turcas, fascinante, agresivo y descarado, nos dio en los años sesenta y setenta unas cuantas películas indómitas que se beneficiaban de las permisivas leyes de propiedad intelectual del país y del boom que vivía la industria del cine turco, con cines con capacidad para dos mil personas. Solo así pudieron triunfar autores como Çetin İnanç, consagrados al arte de la remezcla desvergonzada y al pirateo de éxitos foráneos en películas como ‘Şeytan’ (‘Satán’, plagio de ‘El exorcista’), ‘Ayşecik ve Sihirli Cüceler Rüyalar Ülkesinde’ (‘La pequeña Ayse y los enanos mágicos en la Tierra de los Sueños’, de ‘El mago de Oz’) o ‘Badi’ (ejem, como ‘Buddy’, de ‘E.T., el extraterrestre’)
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Entre las más recordadas está ese torbellino de locura y multiplagio que es ‘Dünyayı Kurtaran Adam’ (‘El hombre que salvó al mundo’, conocida como ‘La Star Wars turca’), que reutiliza planos de ‘La guerra de las galaxias’ y bandas sonoras directas de un puñado de películas de Hollywood. Y, por supuesto, esta ‘3 Dev Adam’ (‘Tres hombretones’), de 1973, recordada por las loquísimas versiones turcas que hace del mexicano El Santo, del Capitán América (interpretado por Aytekin Akkaya, también coprotagonista de la ‘Star Wars’ turca) y de Spider-Man. En lo que se refiere a la estética, porque en lo demás no tiene nada que ver.
Spider-Man es aquí el villano al que se enfrentan los otros dos héroes. El director T. Fikret Uçak tiene el morro de darle una identidad secreta que responde al nombre de Peter Parker, una versión daltónica del traje y poderes sobrenaturales que le permiten volver de la muerte. En un giro argumental que no te ves venir, en realidad hay múltiples Spider-Man enfrentándose a los héroes, todos dueños de un sadismo que no conoce límites y capaces, entre sus tropelías, de matar a una mujer destrozándole la cara con el motor de una lancha.
Como es fácil de imaginar, el gran valor de ‘3 Dev Adam’ está en la locura en estado puro que propone y en su absoluto desprecio por las leyes de la propiedad intelectual. Aparte del sadismo de Spider-Man y de las cejas genuínamente turcas del villano, inconfundibles pese a su máscara de ganchillo, los mejores momentos los proporciona su capacidad para multiplicarse en diversos Spider-Man que se enfrentan a los héroes una y otra vez, regalándonos una agotadora retahíla de finales falsos que ríete tú de M.Night Shyamalan.
El Spider-Man italiano
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Entramos aquí en el terreno de los homenajes zumbones a la época en la que, precisamente, películas como los Spider-Man turcos y japonés eran posibles. ‘Italian Spiderman’ es, en realidad, una parodia australiana de las explotaciones de los sesenta y los setenta, y funciona como una imitación de la estética de la época. Pretende ser una película perdida de la época, pero en realidad es una reverencia tramada por el director Dario Russo y el guionista David Ashby.
El proyecto nació como un trabajo estudiantil en 2007, dirigido por Dario Russo, que rodó el falso trailer en un solo día y con celuloide de 16 mm. El resultado es tan pasmosamente afín a la estética de los originales que parodia que Russo consiguió financiación para prolongar el proyecto y continuar el trailer original con diez cortometrajes que elaboraran la idea del Spider-Man italiano, y que se estrenaron con cadencia semanal a lo largo de 2008.
Aunque durante un tiempo se rumoreó el posible regreso del fondón Spider-Man italiano y su inenarrable jersey con logo arácnido, Dario Russo y David Ashby lo dieron por finiquitado en 2011, año en el que anunciaron la creación de la productora Dinosaur. Ambos pusieron en pie ‘Danger 5’, una serie de televisión australiana donde prosiguen con sus homenajes al cine de serie B y los comics, pero con muchos más medios y una loca historia acerca de Adolf Hitler resucitado en Navidad de los ochenta.
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Bola extra: ‘Dariya Dil’, la Spider-Woman hindú
Acabamos esta selección con un vídeo inmortal y que tendréis más que visto, ya que la escena en la que Superman y Spider-Woman bailan una pegadiza coreografía romántica se viralizó en Internet hace unos años. No estamos, sin embargo, ante una película de superhéroes, sino ante el drama ‘Dariya Dil’, que como buena película mainstream hindú de la época, incluye el típico batiburrillo de géneros a lo Bollywood, donde secuencias como esta, nada realistas y embutidas en la trama, son más que habituales. ¡Pura gloria hindi!
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