Una austera e íntima puesta del texto de Samuel Beckett «La última cinta de Krapp» propone Guillermo Ghio, con actuación de Pablo Turchi, donde el eco, la repetición, el paso del tiempo y el amor toman materialidad espiritual a través de un personaje que graba una cinta a partir de otra que escucha grabada por él treinta años atrás, después de haber escuchado otra de diez años previos.
Esa cinta infinita que parece trasladar la vida inmóvil de alguien iluminada por un único acontecimiento amoroso del cual poco se dice, son los elementos con los que el creador de «Esperando a Godot», «Molloy» y «Días felices», entre dramas y novelas, vuelve a poner el foco en la futilidad de las ambiciones y los destinos truncos.
La pieza, con versión escénica y dirección de Ghio, se puede ver los sábados a las 20 en la sala Belisario Club de Cultura, situada en avenida Corrientes 1624.
«Hay algo de estos autores que nos volvieron a visitar en la pandemia. Este proyecto surgió en el aislamiento, trabajando en un primer momento por zoom hasta que después pudimos encontrarnos con Pablo (Turchi) y comenzar a darle forma hasta que pudimos estrenar el año pasado y este hacemos funciones terminando la temporada en Belisario».
La dificultad en acceder a los textos de Beckett está asentada en dos cuestiones: una, la propia complejidad del autor, pero la otra es la celosa supervisión de la fundación que maneja su obra y que la licencia por determinada cantidad de funciones, esta fue por 12, ocho de ellas realizadas en 2022 y otras cuatro que concluyen ahora en Belisario.
«Esa cinta infinita que parece trasladar la vida inmóvil de alguien iluminada por un único acontecimiento amoroso del cual poco se dice, son los elementos con los que el creador de «Esperando a Godot», «Molloy» y «Días felices», entre dramas y novelas, vuelve a poner el foco en la futilidad de las ambiciones y los destinos truncos
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«En la pieza, hay una idea eco y una idea de caja china, porque él escucha grabaciones que hizo 30 años atrás y que están fundadas en haber escuchado otras de diez años previos, es una suerte de repetición que pone en juego uno de los tópicos de Beckett, que es el sinsentido, el vacío existencial y la espera», destaca Ghio.
En este sentido y respecto de los distintos momentos que asume la puesta, con un solo actor y que Beckett pensó para un actor particular por los juegos de voz implícitos que conlleva, Ghío comentó que el trabajo con Pablo Turchi abarcó tres momentos distintos
«El trabajo lo dividimos en tres partes, primero nos concentramos en el texto que Pablo iba a tener que grabar del personaje a los 30 años y toda la historia que implicaba; una vez que grabamos eso vino una segunda parte que es qué le pasa al mismo personaje con 60 años mientras escucha lo que grabó 30 años antes y las reacciones emocionales que desencadena esa escucha; y el tercer momento del trabajo fue cuando el personaje se graba una nueva cinta en el presente manifestando sus pensamientos sobre lo que escuchó», destacó el director.
FUNCIONES POR HOMENAJE A LUIS DE TAVIRA
Código de descuento: TAVIRA #Ticketmaster #teatro #finde #descuento @CulturaCiudadMx @Entretenia @CarteleraCDMX pic.twitter.com/KKbaD3C0Hp— La Última Cinta de Krapp (@cintadekrapp) February 16, 2023
La puesta impone también unos tiempos reposados, ajenos a toda prisa, más bien marcados por un reloj interior y en este sentido, Ghio marca: «En la actualidad todos estamos afiebrados por el tiempo, sobreocupados de actividades intentando sobrevivir en un mundo que se está cayendo a pedazos por todos lados, en ese sentido la dimensión del tiempo que impone la obra es fundamental».
«Hay algo de la visión de Beckett -agrega- que habla de eso en términos de hacia dónde estamos yendo, él pone siempre muy de manifiesto que lo único que tenés es el presente. Pensá que es una persona que pasó dos guerras mundiales y manifiesta cierta apatía con el ser humano en esa cuestión de andar pensando que hay futuro o promesas, nada de eso parece conmover a Beckett, que con una visión que podríamos tildar de pesimista nos está poniendo en una situación de interrogarnos sobre qué estamos haciendo ahora».
«La obra es una puesta en la que puse particularmente de manifiesto una historia de amor oculta que tiene, Bekcett pone de manifiesto cómo se le pasa el tiempo al personaje en la espera de que aparezca el ‘opus magnum’, la gran obra que quiere escribir, y que nada lo satisface mientras esto no se produzca, bueno, en el medio de eso le aparecen recuerdos de Bianca, un amor que el postergó o desechó».