El 90% de los menores de edad que sufre acoso escolar tiene problemas psicológicos (ansiedad, depresión y miedo permanente) y el 13% de las víctimas tiene que cambiar de centro educativo, según los datos del ‘III Estudio sobre el acoso escolar y ciberbullying’ de Fundación ANAR y Fundación Mutua Madrileña.
Para lograr terminar con estas cifras tan alarmantes, la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) recomienda adoptar una serie de medidas preventivas que incluyen también la formación del profesorado.
Este último estudio de acoso escolar, publicado en octubre de 2018, también reveló que más de la tercera parte de los niños que sufren bullying no se lo cuenta a sus padres y el resto tarda entre 13 y 15 meses de media en pedir ayuda.
Además, el ciberbullying supone el 24,7% de los casos totales de acoso escolar, siendo los insultos y las amenazas su forma más común.
Para atajar este tipo de situaciones, Fundación ANAR ha elaborado un decálogo de recomendaciones que ponen el acento en la prevención y en la necesidad de formar al profesorado.
1. Detectar el bullying desde sus inicios
Muchas veces pasa inadvertido y por esta razón se perpetúa y multiplica su intensidad y frecuencia.
2. La prevención debe centrarse en los más pequeños
Las víctimas más jóvenes están en vías de su desarrollo emocional. Son estas las que tienen menos recursos personales para afrontar el problema y están expuestas desde una mayor vulnerabilidad, con un mayor riesgo de sufrir aislamiento, ya que se enfrentan a sus primeras experiencias de socialización.
3. Elaborar un protocolo estatal contra la violencia escolar
Su fin sería minimizar los daños cuando el acoso escolar es ya una realidad y pretendería como objetivo saber cómo actuar y hacerlo de forma inmediata.
Es conveniente reforzar y empoderar el papel de los profesores en la solución del acoso escolar, dotando de medios y protocolos de actuación, que redundaría en una mayor satisfacción de los padres.
4. Potenciar la figura del orientador escolar
Seguir la recomendación de la UNESCO de que haya como mínimo un orientador por cada 250 alumnos, lo que facilitaría realizar una labor preventiva en temas de violencia escolar.
Al mismo tiempo, es indispensable el control y vigilancia, con el objeto de limitar el número de lugares donde suceden las escenas de violencia.
En general, reforzar el control y el seguimiento del bullying es ahora incluso más importante que antes, ya que nos encontramos con casos más normalizados, cronificados y, en consecuencia, más difíciles de solucionar.
5. Promover escuelas de padres
Puesto que cerca del 11% de los casos de bullying no son conocidos por los padres y madres, es necesario promover formas para detectar más los casos de violencia, más pronto y las víctimas puedan encontrar apoyo más tempranamente y solución a su sufrimiento también en casa.
De ahí la importancia de lograr la sensibilización y toma de conciencia.
6. Trabajar actitudes como el respeto a los demás
Y valores humanos que fortalezcan el trato solidario y de colectividad, tolerancia e igualdad, dado que parece detectarse que los agresores son ahora más confiados y seguros de su rol.
7. Formar a los profesionales de los centros escolares
Es muy importante fomentar la responsabilidad social colectiva desde el centro escolar ya que lo que pasa entre la víctima y el acosador, se construye en el propio grupo y es el grupo el que tiene las claves para modificar la situación.
De ahí que los profesores deban tener formación especializada en la materia.
8. Evaluar de manera sistemática a las víctimas
Es necesaria la valoración de los casos de los niños y jóvenes que sufren acoso escolar, independientemente de que se siga un tratamiento individualizado.
9. Reforzar y activar posiciones de rechazo al acoso
Y también de apoyo al acosador, por parte del grupo de compañeros de la clase.
Las encuestas realizadas a alumnos y profesores que participaron en los programas de prevención del bullying, realizados por la Fundación Mutua Madrileña y la Fundación ANAR, indicaron que el 80% de los alumnos cree que la movilización de los compañeros es una de las medidas más eficaces para frenar el acoso.
10. Superar el acoso con apoyo familiar, escolar y profesional
La superación del bullying pasa por apoyar a la víctima desde tres frentes: la familia, el colegio y los profesionales, contemplando el refuerzo en la autoestima, las habilidades de resolución de conflictos y potenciando el desarrollo de los propios recursos que ya posee.
Dónde acudir en caso de bullying
Tanto los menores de edad que sufran acoso escolar o sean testigos de estas situaciones, o los adultos con indicios de que se pueden estar produciendo este tipo de situaciones pueden dirigirse las 24 horas del día a:
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Teléfono contra el Acoso Escolar, del Ministerio de Educación y Formación Profesional: 900 018 018.
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Teléfono de Ayuda a Niños y Adolescentes: 900 20 10 10
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Teléfono Anar del Adulto y la Familia: 600 50 51 52
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Chat ANAR: todos los días de 16:00 a 00:00.
En todos los casos, los niños, jóvenes y adultos serán atendidos por orientadores psicólogos especializados, apoyados por un equipo de abogados y trabajadores sociales.
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