Todos los emprendedores comienzan con ilusión, pero con tan poco volumen que el negocio se sostiene con el trabajo de una sola persona. Llega un momento en el que el negocio crece y tenemos que pensar en ampliar nuestro personal. Sin embargo, en un país tan dependiente del negocio de las pymes y microempresas como es España, la mayoría de negocios se sigue sostiendo con una sola persona.
Así se desprende, al menos, del informe Global Entrepreneurship Monitor España. Un 60% de los nuevos emprendedores no emplean a nadie en sus negocios, y realizan todas las tareas de su negocio sin contratar personal. Y los que sí contratan, lo hacen en gran medida a través de contratos indefinidos y a tiempo completo.
El mismo informe refleja que tan solo el 1,4% de la población de entre 18 a 64 años ha puesto en marcha o liderado ideas e iniciativas emprendedoras en las que ha desempeñado su trabajo en los últimos tres años, lo que supone un retroceso de 1,3 puntos porcentuales con respecto al año anterior.
No obstante, las oportunidades empresariales siguen existiendo. Para un 31,9% de la población, hay una percepción positiva para emprender, el mayor porcentaje de toda la serie histórica. No obstante, este indicador sigue estando lejos de toda la serie histórica europea. Y hasta un 45% piensa que tiene las capacidades necesarias para emprender.
Lo que parece claro es que una cosa son las intenciones y otra muy diferente su puesta en marcha. Muchas personas piensan que emprender es sencillo y se dan de bruces con la realidad cuando les toca comenzar. Por mucho que tengamos las capacidades, la realidad es bien diferente, especialmente si no tenemos recursos o no son los suficientes.
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