A
poco
más
de
un
año
y
medio
del
transfemicidio
de
Sofía
Bravo,
el
Tribunal
de
Río
Cuarto
condenó
a Rodrigo
Nicolás
Espíndola,
único
acusado
en
el
caso,
a cadena
perpetua.
Fue
hallado
culpable
de
homicidio
agravado
por
violencia
de
género.
El
juicio,
que
contó
con
la
participación
de
jurados
populares,
se
basó
en
diversas
pruebas
que
señalaron
a
Espíndola
como
el
autor
del
crimen.
Entre
las
evidencias
más
determinantes
se
destacó
un
registro
de cámaras
de
seguridad en
el
acceso
a
La
Carlota,
donde
se
vio
a
Sofía
Bravo
subiendo
a
un
camión Iveco
blanco,
que
era
conducido
por
Espíndola.
El
vehículo
estuvo
estacionado
durante
más
de
dos
horas
a
tan
solo
47
metros
de
la
rotonda,
y
luego
se
retiró
con
las
luces
apagadas.
Sofía
Bravo,
quien
vivía
en
la
ciudad
de La
Carlota,
ejercía
el
trabajo
sexual
y
era
una
militante
activa
por
los
derechos
de
las
personas
trans.
El
6
de
enero
de
2023,
la
joven
había
hablado
con
su
madre
alrededor
de
las
23:30
horas
para
acordar
un
encuentro
en Marcos
Juárez al
día
siguiente,
pero
nunca
llegó.
Su
cuerpo
fue
encontrado
el 14
de
enero,
en
un
terreno
baldío
cerca
del
cruce
de
las
rutas
4
y
8.
Tras
la
lectura
del
veredicto, Silvana
Bravo,
madre
de
la
víctima,
expresó
su
profundo
dolor
y
dejó
un
mensaje
a
la
sociedad:
“No
te
olvides
de
mi
cara
y
de
la
cara
de
Sofía,
que
Dios
te
perdone”,
dijo,
dirigiéndose
al
acusado.
“Lo
que
quiero
pedir
es
que
no
marginen
más
a
las
personas
trans.
¿Por
qué
tanta
discriminación?”,
agregó.
Los
abogados
defensores
de
Espíndola
manifestaron
su
desacuerdo
con
el
veredicto
y
anticiparon
que
apelarán
la
sentencia.
El
Tribunal
dio
a
conocer
que
los fundamentos
del
fallo serán
presentados
el
próximo
25
de
noviembre.
El
Puntal