Las
castañas
asadas
y
tostadas
son
un
manjar
humilde
pero
fantástico.
Típicas
del
otoño
pero
disfrutables
también
en
invierno,
merece
la
pena
aprovechar
la
temporada
para
preparar
marron
glacé
y
también
esta
deliciosa
crema
dulce
de
castañas
casera.
Nos
alegrará
muchos
desayunos,
postres
y
meriendas,
y
es
deliciosa
para
rellenar
frixuelos,
filloas
y
crêpes.
El
procedimiento
para
esta
receta
es
sencillo
y
se
basa
en
el
mismo
método
que
utilizo
para
mermeladas.
El
único
inconveniente
es
tener
que
extraer
la
cáscara
y
la
piel
de
cada
castaña
a
mano,
por
lo
que
necesitaremos
emplear
algo
más
de
tiempo.
El
resultado
es
una
crema
untuosa
suave,
muy
dulce,
ideal
para
los
más
golosos
o
para
emplear
en
otras
recetas
de
postres.
Retirar
la
cáscara
exterior
de
las
castañas
con
un
buen
cuchillo.
Colocarlas
en
una
olla,
cubrirlas
de
agua
y
llevar
a
ebullición.
Cocerlas
a
fuego
medio
durante
unos
30
minutos,
hasta
que
estén
tiernas.
Escurrir
el
líquido
y
dejarlas
enfriar
unos
pocos
minutos.
Cuando
aún
estén
calientes
pero
manejables,
retirar
la
segunda
piel,
que
saldrá
con
facilidad.
Triturarlas
con
ayuda
de
una
picadora
o
batidora.
Limpiar
los
tarros
que
vayamos
a
usar
y
las
tapas
con
agua
caliente
y
jabón,
enjuagar
bien
y
secar
con
un
paño
limpio.
Llevar
los
tarros
al
horno
y
calentar
a
170ºC
durante
unos
20
minutos;
hervir
las
tapas
en
un
cazo
con
agua.
Mantener
calientes.
Poner
el
azúcar
en
una
olla
o
cazuela
amplia
y
añadir
un
vaso
pequeño
de
agua.
Se
puede
reducir
la
cantidd
de
azúcar
hasta
unos
750
g,
y
ya
creo
que
queda
bien
dulce.
Calentar
para
conseguir
un
almíbar
ligero.
Añadir
la
manzana
pelada
y
rallada,
la
rama
de
canela
o
vainilla
en
caso
de
utilizarse,
y
las
castañas
trituradas.
Remover
bien
y
llevar
a
ebullición.
Dejar
cocer
a
fuego
lento
durante
30-45
minutos,
hasta
que
espese.
Si
han
quedado
muchos
grumos
se
puede
volver
a
triturar
con
una
batidora
de
brazo,
para
conseguir
una
textura
mucho
más
suave,
retirando
previamente
las
especias
si
se
han
utilizado.
Manipulando
todo
con
cuidado
de
no
quemarnos,
llenar
cada
tarro
hasta
el
borde,
cerrar
bien
con
su
tapa
y
poner
inmediatamente
boca
abajo.
Continuar
con
el
resto.
Dejar
enfriar
completamente
los
botes
en
esa
posición,
para
que
haga
efecto
vacío.

Con
qué
acompañar
la
crema
dulce
de
castañas
Como
comentaba
al
principio,
esta
crema
dulce
de
castañas
es
ideal
para
golosos
gracias
a
su
profundo
sabor
dulce.
Además
tiene
una
textura
suave
y
cremosa
ideal
para
untar,
que
nos
permite
emplearla
además
como
relleno
para
multitud
de
recetas.
Combinará
especialmente
bien
con
el
chocolate,
pero
también
puede
ofrecer
un
buen
contraste
en
platos
salados
o
con
frutas
de
sabores
más
ácidos.
En
DAP
|
Tarta
de
castañas
En
DAP
|
Puré
de
castañas