A raíz del derrumbe de parte del techo de una sala conocida como «la cocina» de la Estancia de Jesús María comenzaron los trabajos de salvaguarda edilicia.
De las tareas participan personal del museo, de la Municipalidad de Jesús María y especialistas de Dirección Nacional de Museos, de la Agencia Córdoba Cultura y de la Estancia de Alta Gracia.
«Al momento del incidente la sala permanecía cerrada», aclaró en conferencia de prensa la investigadora a cargo de la administración de la institución, Belén Domínguez.
«La estructura que se desplomó era de madera de quebracho, con bovedillas y una cobertura exterior de teja, todas piezas originales de la época jesuita. Las mismas representan el testimonio fiel de la mano de obra esclavizada», explicó.
Domínguez señaló además que el personal que trabaja en la Estancia ya sabía sobre la situación de deterioro de los materiales que forman parte del acervo arquitectónico y cultural de la ciudad. De hecho, se habían iniciado las gestiones para un plan de mantenimiento y restauración, pero las persistentes lluvias terminaron por arruinar el techo.
«Tenemos una gran tarea por delante de reconstrucción», agregó la investigadora.
Por último dejó en claro que el resto de las salas edificio tienen una estructura sólida y no están en riesgo.