Chipirones a la plancha: una deliciosa receta clásica española, ideal para compartir (aunque te va a costar hacerlo)

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Menos
es
más.
Esto
es
justamente
lo
que
vas
a
pensar
cuando
hagas
y
-por
supuesto-
degustes
una
ración
de

chipirones
a
la
plancha
.
Tiernos,
jugosos
y
delicados,
una
receta
clásica
de
la

gastronomía
española

que
hoy
quiero
reivindicar.
Sencilla
de
preparar
y
con
garantía
de
éxito
garantizada,
sobre
todo
si
los
acompañas
de
un
chorrito
de
aceite
de
ajo,
perejil
y
limón.

Quizás
lo
más
pesado
de
esta
receta
esté
en

limpiar
los
chipirones
.
El
proceso
es
sencillo,
pero
lleva
su
tiempo
porque,
al
ser
pequeños,
hay
que
repetirlo
muchas
veces.
En
cualquier
caso
es
bastante
sencillo
y,
una
vez
se
le
coje
el
punto,
la
cosa
va
más
rápida.
No
obstante,
siempre
pedir
que
te
los
limpien
en
tu
pescadería
o
comprarlos
listos
para
cocinar.

Siempre
que
los
preparo
o
los
pido
en
algún
restaurante
forman
parte
de
un
tapeo
general.
Y
es
que
son
ideales
para
picotear
y

para
compartir
,
aunque
están
tan
buenos
que
te
van
a
dar
ganas
de
zamparte
el
plato
entero.
Para
que
queden
perfectos
es
clave
que
compres
chipirones
de
buena
calidad
y
bien
frescos,
así
como
que
no
te
pases
con
el
tiempo
de
cocción.
En
pocos
segundos
pasan
de
tiernos
a
duros,
así
que
ojo
con
ello.

Empezamos

limpiando

los
chipirones
y,
para
ello,
tiramos
de
la
cabeza
hacia
fuera
y
separamos
cada
chipirón
en
dos:
cuerpo
y
cabeza
(que
habrá
salido
junto
con
las
vísceras).
De
las
cabezas
nos
quedamos
solo
con
los
tentáculos,
así
que
con
unas
tijeras
los
cortamos
justo
por
encima
de
los
ojos.
El
resto
lo
desechamos.

Vamos
ahora
con

el
cuerpo
.
En
su
interior
se
encuentra
la
pluma,
un
cartílago
fino
y
alargado,
que
retiramos
con
suavidad.
Sale
muy
fácilmente.
Después
les
damos
la
vuelta,
como
si
fueran
calcetines,
y
limpiamos
bien
el
interior
de
posibles
restos
de
vísceras
o
suciedad.
Ahora
solo
queda
voltearlos
de
nuevo,
retirar
las
pieles
y
listo.

Cuando
tengamos
todos
los
chipirones
limpios,
los
lavamos
bien
con
agua
fría
y
los
dejamos
escurrir
el
exceso
de
agua.
Después
los

secamos
a
conciencia

con
papel
absorbente,
esto
es
clave
para
que
no
salpiquen
cuando
los
pongamos
en
la
plancha
y,
sobre
todo,
para
que
no
suelten
líquido.
Por
último
pasamos
los
cuerpos
y
los
tentáculos
a
un
plato
con
un
poco
de
aceite
y
removemos
para
que
queden
bien
engrasados
por
todos
lados.

Calentamos
bien
la
plancha
a
fuego
medio
alto
antes
de
colocar
los
chipirones
sobre
ella,
sin
apelotonar.
Una
vez
en
la
plancha

no
los
tocamos

hasta
el
momento
de
darles
la
vuelta,
es
decir,
dos
minutos
después.
Entonces
los
volteamos
y
los
marcamos
otro
minuto
antes
de
retirarlos
de
la
plancha.
Continuamos
haciendo
el
resto
de
chipirones
y
los
tentáculos.

Hasta
ahora
no
hemos
agregado
nada
de
sal
porque
se
la
vamos
a
echar
al

aliño
.
Este
lo
hacemos
triturando
el
aceite
de
oliva
virgen
extra,
el
diente
de
ajo
(pelado),
el
perejil
(solo
las
hojas),
el
zumo
de
limón
y
un
poco
de
sal
hasta
obtener
un
aliño
homogénea.
Regamos
los
chipirones
con
él
y
los
servimos
inmediatamente.

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Con
qué
acompañar
los
chipirones
a
la
plancha

La
mejor
manera
de
rematar
este
plato
es
preparando
un
aceite
de
ajo,
perejil
y
limón
(basta
con
batir
todo
con
una
túrmix)
y
rociarlo
por
encima.
El
jugo
de
los

chipirones
a
la
plancha

se
mezcla
con
este
aliño
y
el
resultado
es
una
salsita
que
pide
mucho
pan
para
rebañar
el
plato.
Sírvelos
con
una
ensalada
ligera
y
fresca,
verás
qué
cosa
más
rica.

En
DAP
|

Chipirones
guisados

En
DAP
|

Chipirones
en
salsa
picante