El huevo es una parte fundamental en la dieta de los seres humanos gracias a sus propiedades y a las múltiples opciones que tenemos a la hora de cocinarlos. Aprovechamos tanto la yema como la clara, pero la cáscara de huevo siempre la desechamos sin darnos cuenta del uso que podemos darle a la hora a utilizarlo como fertilizante para que nuestras plantas crezcan más fuertes y sanas.
Los motivos por los que deberías utilizar cáscaras de huevo para tus plantas
La cáscara de huevo es un recurso ecológico que puedes utilizar para fortalecer a tus plantas, gracias a todas las propiedades que contiene. Por ejemplo, para proporcionar calcio a tus plantas creando un fertilizante triturando las cáscaras y esparciéndolas sobre el suelo de tu planta. Los minerales que aporte la cáscara contribuirán al desarrollo de tu planta. Además, te ayudarán a prevenir la podredumbre, y si es una planta con flor, potenciarás su floración.
Para que funcione, deberás añadir a tu planta durante al menos 40 días una o varias cucharaditas de harina de cáscara de harina, dependiendo del tamaño de la maceta. Y así lograrás aportar el calcio que tu planta necesita para crecer sana.
Si sueles crear tu propio abono orgánico, puedes añadirle también cáscaras de huevo para este sea mucho más completo. Así verás como tu planta crece fuerte y sana.
Además, la cáscara de huevo también contribuye a reducir la acidez del suelo si tu planta necesita sueles poco ácidos. Añade cáscara molida durante varias semanas para reducir la acidez del sustrato.
La cáscara de huevo también sirve para mantener alejados a caracoles y babosas, ya que ayuda a crear una barrera que impide su paso. Cuando veas que tu planta es rondada por estos animales, retíralos con la mano, llévalos a alguna zona en la que no hagan daño.
Y entonces, cuando la planta esté libre de estos moluscos gasterópodos , echa cáscaras de huevo roto alrededor de la planta o de la maceta para crear una barrera. Tanto babosas como caracoles evitarán acercarse, ya que se pinchan con la cáscara, y es muy molesto para ellos.
Cómo preparar la cáscara de huevo para echarla a tus plantas
Lo mejor es utilizar la licuadora para reducir a polvo las cáscaras de huevo secas. Cuando tengas el polvo surgido de las cáscaras, podrás utilizarlo, e incluso guardarlo para utilizarlo cuando necesites.
También puedes preparar harina de cáscara de huevo a mano. Para elaborarla, te harán falta al menos una docena de cáscaras secas. Puedes meterla en una bolsa y machacarlas con un mortero hasta que quede un polvo muy fino. Y ya puedes guardar esa harina para cuando Cuando las cáscaras se hayan transformado en polvo, guárdalo para ir utilizándolo.
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Fotografía de portada | Klaus Nielsen para Canva.com
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