¿Realizas
caminatas
cada
día?
Ya
sea
por
ir
andando
al
trabajo,
salir
a
pasear
a
un
parque
o
sacar
al
perro,
cada
día
damos
un
número
mayor
o
menor
de
pasos.
¿En
qué
piensas
en
ese
momento?
¿Eres
consciente
de
tu
respiración?
La
caminata
afgana
y
respiratoria
es
una
forma
de
meditación
en
movimiento
que
aprovecha
esos
momentos
en
los
que
caminamos
para
ponernos
en
contacto
con
nuestro
yo
interior.
Medita
en
movimiento
con
la
caminata
o
marcha
afgana
La
caminata
afgana
es
un
tipo
de
actividad
en
el
que
caminamos
teniendo
en
cuenta
nuestra
respiración
y
utilizando
todos
los
elementos
de
la
meditación
a
la
vez
que
damos
los
pasos.
Su
modo
de
implementación
es
muy
sencillo:
utilizar
los
pasos
como
un
metrónomo
que
mide
el
tiempo
de
inspiración
y
espiración.
Este
tipo
de
marcha
consiste
en
sincronizar
la
respiración
con
un
ritmo
básico
de
3-1
/
3-1.
Es
necesario
realizarlo
en
un
terreno
lo
más
llano
posible
porque
las
cuestas
alterarán
ese
ritmo.
Haz
lo
siguiente:
-
Comienza
a
caminar
y
olvídate
de
notificaciones
del
móvil
y
de
idas
y
venidas
de
todo
tipo
de
pensamientos
de
trabajo. -
Una
vez
que
lleves
unos
minutos
y
seas
capaz
de
haber
conectado
contigo
mismo
y
olvidarte
del
exterior,
comienza
a
sincronizar
tu
respiración
con
tus
pasos. -
Durante
tres
pasos,
a
un
ritmo
normal,
ni
lento
ni
rápido,
inspira
progresivamente
introduciendo
aire
por
tu
nariz. -
Aguanta
la
respiración
en
el
cuarto
paso
mientras
tienes
los
pulmones
llenos -
Expulsa
el
aire
progresivamente
en
los
siguientes
tres
pasos
por
la
boca -
Aguanta
de
nuevo
la
respiración
en
el
octavo
paso
mientras
tienes
los
pulmones
vacíos
En
ese
momento
habrás
completado
un
ciclo
completo
de
inspiración
y
espiración.
Repite
el
ciclo
mientras
vas
caminando
todas
las
veces
que
puedas.
Puedes
ir
encadenando
unos
con
otros
si
estás
cómodo
haciéndolo,
o
intercalando
momentos
en
los
que
tienes
una
respiración
normal.
Siéntete
libre
de
modificar
el
número
de
pasos
de
inspiración
y
espiración,
pudiendo
bajar
a
dos,
o
subir
a
cuatro.
La
idea
no
es
realizar
tres
por
una
razón
científica
ni
nada
similar,
solamente
porque
es
algo
que
puede
encajar
bien
en
la
mayoría
de
población.
¿Para
qué
sirve
la
caminata
afgana?
Si
realizas
o
has
realizado
meditaciones,
conocerás
el
poder
de
centrarse
en
la
respiración
para
olvidarnos
de
todo
lo
demás.
Nuestra
mente,
aunque
creamos
lo
contrario
cuando
estamos
escuchando
música,
viendo
una
serie
en
la
televisión
y
mirando
el
móvil,
está
diseñada
para
ocuparse
de
un
pensamiento
cada
vez.
Esa
es
la
razón
por
la
que
cuando
estamos
pensando
en
algo
positivo,
dejamos
de
lado
lo
negativo,
y
viceversa.
Si
nos
centramos
en
la
respiración,
esa
será
nuestra
tarea
principal
y
todo
el
foco
irá
hacia
ella
para
contar
el
número
de
pasos
y
respirar.
Al
centrarnos
en
algo
tan
básico
nos
olvidamos
de
la
riña
con
los
vecinos,
de
la
entrega
del
trabajo
para
la
semana
que
viene
o
de
otras
tantas
cosas.
Es
normal
que
aparezcan
una
y
otra
vez
esos
pensamientos
mientras
realizas
la
marcha
afgana,
pero
la
idea
será
darnos
cuenta
y
volver
a
enfocarnos
en
la
respiración.
Esa
es
la
principal
virtud
de
este
tipo
de
caminata,
además
de
todos
los
beneficios
que
tiene
el
hecho
de
caminar
y
movernos
para
la
salud.
Cuanto
más
en
forma
estés,
más
pasos
podrás
dar
y
más
ciclos
de
respiraciones
podrás
hacer,
además
de
poder
alargarlos
durante
más
segundos
cada
vez.
Imágenes
|
Denis
Tuksar
(Unsplash),
Cristina
Gottardi
(Unsplash),
Cliem
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