Algunos
se
sorprenderán
de
saber
que
el
estropajo
hay
que
cambiarlo
cada
semana,
pues
la
acumulación
de
microorganismos
en
sus
fibras
es
muy
elevada
y
no
podemos
andar
limpiando
los
platos
con
algo
que
está
sucio.
Este
reemplazo
semanal
hace
subir
(ligeramente)
la
cesta
de
la
compra,
pues
es
algo
a
tener
en
cuenta
en
cada
una
de
las
visitas
al
supermercado,
aunque
ciertamente
puede
alargarse
su
vida
útil
un
poco
más
allá
siempre
a
riesgo
de
limpiar
un
poco
más
en
falso.
Esto
debe
hacerse
así
aunque
la
esponja
se
vea
en
perfectas
condiciones
y
parezca
incluso
nueva,
y
no
debe
jamás
seguir
usándose
hasta
que
se
desgasta
toda
la
superficie
y
forma
películas.
Sin
embargo,
estas
superficies,
una
de
las
zonas
más
sucias
de
casa
junto
al
inodoro,
pueden
utilizarse
de
otro
modo,
más
creativamente,
de
forma
que
la
compra
semanal
o
quincenal
de
un
estropajo
tenga
una
vida
útil
mucho
más
larga.
La
solución
no
pasa
por
lavarlos,
al
contrario
de
lo
que
pueda
parecer,
sino
que
existen
varias
formas
de
reinventarse.
La
primera
de
ellas
es
descartar
el
estropajo
para
lavar
los
platos
pero
seguir
usándolo
para
limpiar
otras
zonas
del
hogar.
Buscar
nuevos
usos
Al
cabo
de
una
semana
de
uso
pueden
usarse
para
limpiar
el
baño
(la
zona
de
esponja),
los
cubos
de
la
basura
y
también
para
otros
usos
más
de
precisión
como
pintar
un
cuadro
o
hacer
manualidades
con
tus
hijos.
También
se
pueden
reconvertir
en
un
cepillo
para
llegar
a
rincones
de
difícil
acceso
cortando
trozos
de
la
espuma
ajustados
a
nuestras
necesidades
y
por
ejemplo,
clavándoles
un
palo
(el
de
un
helado,
por
ejemplo)
y
limpiar
con
estos
las
rendijas
de
la
barbacoa,
o
las
esquinas
llenas
de
telarañas
y
polvo.
Foto
|
Fede
En
DAP
|
El
truco
que
usan
los
fontaneros
para
desatascar
en
segundos
el
fregadero
En
DAP
|
Se
acabó
llenar
la
encimera
de
agua
al
fregar
los
platos
con
esta
eficaz
solución
de
Leroy
Merlin