Esta semana podría darse una de las noticias más esperadas por un sector que desde comienzos de marzo mantienen sus puertas cerradas. El municipio analiza la reapertura de los jardines maternales de la ciudad bajo la modalidad talleres cultural diversos, adhiriendo a los protocolos establecidos desde el Centro de Operaciones de Emergencia como lo hicieron otras localidades de la Provincia.
Desde los primeros días de marzo, cuando entró en vigencia el aislamiento obligatorio, preventivo y social en nuestro país, los jardines maternales despidieron a los niños para no volver a recibirlos hasta la fecha. Por tratarse de espacios en los que la probabilidad de contagios es alta, no se aprobaron protocolos desde el COE para reabrirlos.
Sin embargo esta semana los concejales de la ciudad mantuvieron reuniones con las propietarias de estos establecimientos locales para conversar sobre las posibilidades de flexibilizar y adaptar la actividad. En este sentido la propuesta se basó en lo ocurrido a comienzos de semana en Colonia Caroya, en donde los niños se reeencontraron con sus compañeritos.
Además el Concejo Deliberante de Villa María aprobó una normativa similar y esta semana se ponen en marcha con la apertura de los jardines.
En Marcos Juárez, según adelantaron a LA INFOSEMANAL fuentes del concejo es «muy probable» que ocurra lo mismo, ya que se consensuaría con las propietarias de los jardines un protocolo y medidas de bioseguridad. La posibilidad es hacerlo con la modalidad de «talleres culturales diversos», una actividad que está protocolizada en la Provincia por el COE.
Respecto a lo dispuesto en Villa María, el concejo determinó que los establecimientos cuenten con un rociador para la ropa y demás elementos con una sustancia de alcohol al 70% y dispensar alcohol en gel para la higiene de manos. También se deberá tomar la temperatura corporal a través de termómetros con toma a distancia o cámaras con medición de temperatura.
Todos los niños y personal del lugar debe llevar correctamente colocado de manera permanente un barbijo no quirúrgico y la distancia mínima es de dos metros.
En relación a las actividades se prevé que sean de diferentes rubros, desde lo cultural hasta lo culinario, donde los niños puedan estar y contar con las medidas de seguridad correspondiente.
A finales de julio, cuando la ciudad ya cumplía más de 2 semanas de fase 1 por la aparición de casos positivos, una de las propietarias de «Chiquilandia» se expresaba en las redes sociales con respecto a la situación que estaban atravesando.
«Hola !!!!!soy Andrea Corradini una de las dueñas de jardín Chiquilandia, escribo estas palabras desde el cansancio y la tristeza por no poder trabajar en una actividad que no solo es mi pasión sino que también es el eje que me permite generar un ingreso fundamental para mi economía familiar Como todos saben,en marzo tuvimos que cerrar el Chiqui en ese momento con la esperanza de que sea por poco tiempo, éramos zona blanca,pero ya no.Cada uno debe ser responsable de sus actos,el virus no se multiplicó desde los lugares de trabajo sino a partir de reuniones sociales.Por eso pido por favor a cada uno ser responsable,pensar en el otro,en el daño que se ocasiona tanto en la salud como en el trabajo
Pido a nuestro intendente que apenas las condiciones lo permitan se pueda flexibilizar porque necesitamos volver a trabajar para seguir comiendo,pagando impuestos,viviendo Nosotros asumimos el compromiso de cuidar y cuidarnos,no puede ser de otra manera porque para nosotras es fundamental la salud de nuestros chiquis y sus familias. Necesitamos trabajar,muchos siguen cobrando su salario a pesar de estar en casa,pero nosotras no. Si no podemos abrir las puertas del Chiqui no cobramos,no tenemos ingresos,situaciones como la mía y la de tantos otros se tornan muy difíciles cada día que pasa porque directamente lo que está en juego es la posibilidad de llevar a casa el sustento diario.Seamos responsables. Muchas gracias».