La nueva temporada de la creación de Bill Hader y Alec Berg se ha convertido en una de las mejores series que jamás hayan pasado por nuestras pantallas. Puede sonar rotundo, pero no se aprecia nada en la segunda temporada de ‘Barry’ que no sea perfecto. Y encima ya tenemos confirmación de la tercera temporada.
El actor dentro de mí
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Habíamos dejado a Barry Block Berkman en una situación comprometida, pero nada comparado con el mal momento que van a vivir algunos de los que rodean a este asesino a sueldo con alma de actor. Con el agua al cuello y con un pie y medio en el mundo del espectáculo y el otro medio tonteando con la muerte y la violencia, el ex-marine sicario tomó una decisión que pesará en su futuro tanto como su pasado. Puede que más, incluso.
La segunda temporada de ‘Barry’ mejora y potencia todo lo que parecía inmejorable en la primera. Centrar ahora buena parte de la trama en la distorsión de los recuerdos y cómo nosotros empezamos a creernos nuestras propias mentiras en beneficio propio es absolutamente magistral. Seamos asesinos, actores o camareros, somos capaces de hacerlo por nuestro propio bien cueste lo que cueste.
Para hacerlo, la serie de HBO se sirve de un reparto inmejorable. Stephen Root, Anthony Carrigan, Henry Winkler o Stephen Root son un lujo acompañando a un Bill Hader que es el alma de la serie… y en un extraordinario director. El quinto episodio es una obra maestra de narración, tensión, humor, situaciones extraordinarias y las resoluciones inesperadas marca de la casa.
‘Barry’ sigue helándonos la sangre y la sonrisa. Su maquiavélico organigrama nos pillará desprevenidos constantemente. Su zona de confort, entre la guasa y el golpe bajo ha evolucionado de manera increíble, y se muestra perfectamente equilibrado, por ejemplo, cada vez que el protagonista entra o sale de su apartamento de forma apresurada. Esa combinación no tiene rival actualmente en la televisión. Donde otros utilizaban el ingenio y el humor negro para salvar una situación imprevisible, ‘Barry’ basa sus dos temporadas en esas decisiones.
Las tablas de la vida
Ay, los actores. La promoción de estudiantes de arte dramático del profesor Gene Cousineau nunca pasa por su mejor momento, pero su participación en la nueva temporada alcanza unas cotas de hilaridad inéditas. Ya sea a través de sus decisiones de puesta en escena o a los guiones que presentan en sus representaciones, su deambular sin rumbo sobre las tablas de la vida que les ha tocado vivir se mueve entre lo entrañable y lo ridículo.
Y hablando de ridículos entrañables, qué decir de uno de los personajes más increíbles que nos ha dado la televisión reciente, el «líder» de los temibles asesinos chechenos NoHo Hank, interpretado por Anthony Carrigan en el que sin duda será el papel de su vida. Hank, junto al Fuches de Stephen Root, serán dos de las preocupaciones, cada uno a su manera, con las que tendrá que lidiar nuestro (anti)héroe.
‘Barry’ culmina sus andanzas por todo lo alto, dando rienda suelta a toda la ira acumulada durante las nuevas aventuras de una segunda temporada que lo colocará al límite constantemente. En lo personal, en lo profesional y en lo pasional. Y si de algo trata esta genialidad de HBO es precisamente de pasión. La espera se hará dura.